Desde hace 51 años está funcionando en Xàbia el cine Jayán. Una pequeña sala regentada ahora por la hija de los fundadores y su marido que es la única, junto a la sala de Alfàs del Pí, que sobrevive aún en la provincia de Alicante fuera de los circuitos comerciales. Fórmulas han utilizado muchas para hacer frente a la competencia de los centros comerciales pero, ahora, han dado con la buena. Durante tres días a la semana se proyecta una película en inglés.

En el paquete se incluye la cena en un restaurante cercano junto con la entrada. El experimento funciona porque en Xàbia, más de la mitad de los residentes son extranjeros, en su mayoría, ingleses. Y este público no encuentra en los grandes centros comerciales películas en versión original.

El propietario del cine, Antonio Catalá sostiene que "es muy complicado" competir con la oferta de los cines en centros comerciales. "Se debe que buscar el modo de hacer mercado", prosigue. En verano, es más fácil atraer al público con películas infantiles, explica Antonio, y como anécdota señala que "los niños pequeños se asombran de que sólo se pueda ver una película. No conocen las salas de cine únicas".

Un nuevo mercado

Hace algunos años surgió la idea de cine más cena una vez a la semana, la película también era en versión original y daba buen resultado, "venía bastante público inglés". "Ese es nuestro hueco comercial", argumenta, "hasta tal extremo son importantes que la última reforma de la sala, hace seis años, se hizo pensando en ellos".

Desde hace un par de semanas se ha vuelto a poner en marcha la idea pero tres días, de martes a jueves. La cena es en un local junto al cine, Café de l'Art, y en su menú se incluyen tres platos, postre, café y vino. Todo ello, por 13 euros.

Además, las películas que se pasan son comerciales y de actualidad. La última entrega de la saga de Harry Potter era la película de cartel que inició este ciclo experimental. Y contó con muy buen resultado ya que la sala se encontraba prácticamente llena (tiene capacidad para 300 plazas).

Según señala Antonio, "el público local no suele venir al cine, están más atraídos por las grandes salas, y tampoco hay gente joven que se interese, Jayán sobrevive con los espectadores ingleses que se acercan a los pases de la versión original y al cineclub". Los domingos por la noche y los lunes se pasan películas de autor, "si se puede, comenta Antonio, en versión original". Tamara Drewe de Stephen Frears ha sido la que se ha exhibido en el cineclub de esta semana.

Cine de minorías

Ha tenido buena acogida entre el público, al igual que Todas las canciones hablan de miBon Apetit. "El público que se interesa por ellas es minoritario pero más fiel, valoran el cine de autor y suelen frecuentar la sala casi todas las semanas". Este ciclo cuenta con una subvención del ayuntamiento que colabora en la realización de los carteles. "Todo ayuda, cualquier detalle facilita tirar hacia adelante", añade Antonio.

Las películas de cineclub suelen tener precio especial, algo más bajo que el de una película comercial y, según el propietario, compensa. "Al final un euro más o menos no llega a notarse tanto pero facilitamos que la gente compre la entrada y gracias a ellos y a las películas en versión original inglesa sobrevivimos cada mes".

Sin embargo, el propietario del cine no está pensando en el cierre de su sala pese a los insistentes rumores que circulan en Xàbia y a la fuerte competencia que ejerce el centro comercial de Ondara. "No pienso en cerrar porque va bien, hemos encontrado la fórmula para seguir atrayendo a un público fiel y conseguir que vengan a ver películas. Los tiempos cambian, en verano vienen los niños porque están aquí de vacaciones y los padres prefieren no coger el coche para desplazarlos hasta el centro comercial, en invierno el cine es más para minorías y la versión original y así, se sale adelante", asegura.