Una advertencia de la Protectora de Animales de Xàtiva ha echo saltar las alarmas. Al menos cinco perros han muerto en las últimas semanas tras ingerir comida envenenada en la zona de la Alameda, específicamente en las inmediaciones del ayuntamiento. La protectora recomienda a los dueños que, por prevención, paseen a sus mascotas con bozal siempre que puedan, y les piden un gran control para evitar la ingesta de comida, especialmente embutido.

Una morcilla con ligeras dosis de veneno es, de hecho, la causa de la última de las muertes que han trascendido. Un perro raza «teckel» es la víctima. Su dueño lo paseaba por la Glorieta situada junto al consistorio cuando el perro probó la pieza. En cuestión de minutos, comenzó a sentirse mal.

El veterinario que lo atendió, Javier Guaita, cuenta cómo el animal presentaba, en el momento de su llegada a la clínica, dificultades respiratorias, salivación y secreciones espesas. «Cuando llegó para que le atendiéramos estaba azul», indica, señalando haber visto casos así «muy raras veces». El veterinario cuenta que el perro tuvo que ser entubado. «Le hicimos una radiografía para ver si tenía perturbaciones en el pulmón. Estaba en shock y era casi imposible mantenerlo estable», señala. Al final, la propietaria decidió que lo mejor era sacrificar al animal. «Tenía el estómago granulado, como si se hubiera comido arena», prosigue.

Tras evaluar el caso, el veterinario determinó que la morcilla podría contener activos tóxicos utilizados para matar roedores o insectos, aunque también podría tratarse de algún tipo de herbicida. «Puede ser que la sustancia sea polvo de fibra de vidrio, muy urticante a su paso por el esófago». Guaita considera que el veneno habría sido introducido en la comida en muy pequeñas dosis, aunque también cree que, a tenor de la sintomatología presentada por el perro intervenido, se trataría de una sustancia tóxica muy agresiva.

Un lavado de estómago al animal no resultó concluyente para conocer más detalles sobre la causa de la muerte. De ahí que el veterinario especule con que se trate de un veneno utilizado para plagas, similar al cianuro.

¿Gamberrada o accidente?

Aunque la Policía Local no ha recibido todavía ninguna denuncia al respecto, el jefe del cuerpo, Enric Gómez, certifica ser conocedor de varios casos. «Pasa muy a menudo: que los perros se topen con cebos envenenados», afirma. Lo difícil es, sin embargo, determinar la causa de los fallecimientos o conectar varias muertes entre sí.

Desde Spax, la protectora de animales, indican la posibilidad de que alguien intencionadamente coloque la comida envenenada para causar daño. De momento, varios dueños ya han manifestado su temor a que sus perros sean víctimas del veneno.