La de ayer fue una jornada histórica en Aldaia y Xirivella, como se encargaron de recordar sus nuevos alcaldes, Carmen Jávega y Enrique Ortí, respectivamente. Después de 32 años de socialismo, los representantes populares asumían la vara de mando con mayoría absoluta.

En sus discursos, los populares se comprometieron a mayor proximidad con los ciudadanos y más transparencia, además de destacar que entran en un contexto complicado. "No eludiremos nuestras responsabilidades", dijo Jávega. "Los vecinos nos han encomendado gestionar este momento difícil", indicó Ortí.

En Aldaia, Jávega avanzó que "se van a auditar las cuentas" y los resultados "se pondrán a disposición de todos los ciudadanos". Previamente, el portavoz socialista Guillermo Luján -la exalcaldesa Navarro ha dimitido- le dijo que "de nada servirá que pongan excusas" si no cumple su promesa de crear 500 empleos al año. El único incidente se produjo cuando el edil de EU, Juanjo Llorente, prometió por imperativo legal su cargo como "republicano y laico".

En Xirivella, con el presidente de las Corts Juan Cotino en primera fila, los discursos fueron conciliadores y reivindicativos con el PP, especialmente el del edil de Compromís, Ricard Barberà. Éste sufrió un abucheo al recordar que el fallecido Jorge Semprún fue un exiliado de la Guerra Civil. También se abucheó a Joan Antoni Pérez (EU) al prometer por imperativo legal con el puño en alto. El exalcalde Josep Soriano (PSPV) repasó la gestión socialista de 32 años y Ortí insistió en su discurso en que gobernará "para todos".