Tensa espera. La fractura que el viernes se evidenció en el PP de Alberic cuando seis concejales votaron junto a la oposición para rechazar la dedicación exclusiva de su jefe de filas, Faustino Sala, que se quedó solo frente a los otros 16 ediles de la corporación en su intento de asignarse un sueldo de 47.000 euros, ha dado paso a un ínterin con la amenaza de una moción de censura como telón de fondo. Sala instó ayer a la dirección del PP a actuar de oficio contra los ediles que votaron en contra de su liberación y anunció que, si en un breve espacio de tiempo el partido no actúa de oficio, pedirá que se apliquen medidas disciplinarias contra sus compañeros de grupo por romper la disciplina de voto. Pese a la crisis que vive el partido en Alberic, el presidente comarcal, Rafael Soler, ha eludido cualquier referencia al asunto y tanto el sábado como ayer evitó las llamadas de Levante-EMV.

Sala admitió que las diferencias con los integrantes de su grupo se arrastran desde hace semanas y que ha intentado reconducir el diálogo con el portavoz municipal del PP, Toño Carratalá, si bien éste declinó su propuesta al considerar que la situación era insalvable. Carratalá, que el viernes únicamente intervino en el pleno para decir que por respeto dejaba que fuera el alcalde el que se defendiera de las duras críticas de la oposición, también declinó ayer pronunciarse sobre la situación que vive el equipo de gobierno más allá de comentar que "el PP ha puesto por encima de todo el interés general".

Faustino Sala manifestó ayer que considera que no merece el "acoso continuo" que, a su juicio, está sufriendo "porque en ningún momento he dejado de cumplir con mis obligaciones y creo que ya está bien se seguir en la actual situación por el bien del pueblo. Espero que las veces que salga mi nombre sea por las cosas bien hechas que hacemos", agregó el alcalde, que reiteró su intención de mantenerse en el cargo pese a la delicada situación en que ha quedado tras no conseguir la dedicación exclusiva que perseguía y las malas relaciones con sus compañeros de gobierno. Pese al silencio de la dirección comarcal, que mandó a una representante al pleno del viernes para seguir los acontecimientos aunque no ha realizado ninguna manifestación de apoyo a Sala, el alcalde de Alberic considera que tiene el respaldo del partido y de buena parte de la militancia local.El alcalde también comentó que está a la espera de una moción de censura e instó a los concejales de su propio partido a firmarla "para que todo el mundo sepa quién estaba detrás".

El portavoz de Coalición Valenciana, Javier Cervelló, el que más combativo se ha mostrado contra Sala al ofrecer incluso sus votos al PP para destituirlo, no dudó ayer en señalar que, sin descartar otras alternativas, la más viable es un pacto de los ediles críticos del PP con su grupo ya que permitiría a los populares conservar la alcaldía.

Cervelló reiteró ayer que tras la votación del viernes, en la que toda la corporación rechazó la liberación de Sala, el alcalde debería presentar la dimisión por dignidad y señaló que "sería lamentable que tuviéramos que llegar a una moción de censura".