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A pesar de la crisis urbanística, la empresa Biovivienda mantiene su interés por construir en Gavarda un hotel bioclimático que persigue dos objetivos: ofrecer plazas hoteleras en una comarca deficitaria y permitir la recuperación de un paisaje degradado, la vieja cantera que la empresa concesionaria de su explotación no llegó a restaurar, según indica José Luis Folgado, técnico del grupo Rafibra.

El hotel seguiría el modelo de las casas-cueva. La empresa construyó una en Gavarda como piso piloto con la intención de animar este tipo de construcciones en la comarca, pero la recesión paralizó su expansión, que sí se ha concretado en Andalucía, donde este modelo constructivo heredado de los árabes está aún vigente. Precisamente, la cantera ofrece el paisaje ideal para este tipo de viviendas, que se construyen enterradas para aprovechar el suelo para favorecer la climatización de la casa. "Aprovechando las terrazas de la cantera se construye el complejo", dice Folgado. El hotel estaría compuesto por un total de 25 bioviviendas, a modo de apartamentos hoteleros, que se sucederían formando un semicírculo y siguiendo la replaza creada por las excavadoras en la vieja cantera de Gavarda. Tres de estas casas quedarían reservadas para los servicios de recepción, restaurante y otras dependencias necesarias para el funcionamiento del hotel, explica Folgado.