El alcalde de Chiva convocó la tarde del pasado viernes un pleno extraordinario y urgente en el que se aprobó la dimisión del concejal del equipo de gobierno Fernando Casanova, que se encontraba ese mismo día en Aranda de Duero representando al ayuntamiento en calidad de responsable municipal de Cultura en el acto de entrega premios del festival de bandas de música de la localidad, que ganó la Sociedad Música La Artística de Chiva. El concejal dimitido niega que haya presentado su renuncia al alcalde y afirma no tener conocimiento exacto de lo sucedido en el pleno. Hasta el momento la única explicación recibida es un escueto comunicado telefónico del alcalde, anunciándole la celebración del pleno para aprobar su dimisión.

En un pleno extraordinario convocado con carácter de urgencia el alcalde de Chiva, José Manuel Haro, presentó la dimisión del concejal Fernando Casanova, hasta ahora un colaborador directo y hombre de confianza del alcalde chivano, sorprendiendo a la oposición que, en ningún momento, esperaba que el punto único de la sesión fuera la renuncia de este concejal.

Una carta de dimisión

Haro justificó la convocatoria urgente del pleno en una carta de dimisión firmada por el concejal que había llegado a sus manos después de pasar por el registro de entrada de las oficinas municipales. Tras la votación, que contó con el voto a favor de los concejales populares y el alcalde, se aprobó el punto y se hizo efectiva la dimisión. Fernando Casanova manifestó a Levante-EMV que la tarde del viernes, hacia las 7 "recibí una llamada del alcalde para decirme que a las siete y cuatro había convocado un pleno para aprobar mi dimisión, y colgó sin darme más explicaciones y atender a mis palabras".

"A los pocos instantes -añadió- recibí un correo electrónico con la convocatoria a un pleno extraordinario y urgente con un único punto, mi dimisión. Poco después me restringieron las llamadas del teléfono del Ayuntamiento".

Casanova niega en todo momento haber presentado por registro de entrada del ayuntamiento su dimisión. Y asegura que no sabe más de lo que le dijo el alcalde "me encuentro a 600 kilómetros de Chiva, no se si sólo me han retirado mis competencias como miembro del equipo de gobierno o si he perdido las atribuciones y el acta de concejal".

A su regreso a la población tiene previsto reunirse con su abogado "para que me informe sobre los pasos que he de seguir, porque yo no he firmado esa dimisión y tampoco he pedido dimitir".

Una crisis más profunda

La dimisión de Casanova parece ser un episodio más de una crisis que comenzó a hacerse patente la pasada semana cuando la concejala Amparo Lapuente presentó al alcalde la dimisión de sus competencias de Educación aunque sin renunciar a su acta. Haro logró llegar a un acuerdo con Lapuente, que no ha trascendido más allá de las paredes de la alcaldía.

Antes de su marcha a Aranda de Duero, fuentes de toda solvencia aseguran que Casanova mantuvo un agrio enfrentamiento con el alcalde, que probablemente fue el desencadenante de la posterior dimisión. El motivo del enfado de los dos concejales con el alcalde podría estar relacionado con la llegada de nuevos ediles, como Susana Haro y el ex jugador del Valencia, Fernando Gómez, que les han quitado parte de sus competencias.

A pesar de los reiterados intentos realizados por este diario a través de diferentes vías para recabar la opinión del alcalde de Chiva, José Manuel Haro, al cierre de esta edición no ha respondido a ninguno de los requerimientos que se le han remitido.

El PP perdió en 2000 la alcaldía de Chiva por un independiente

Ésta no es la primera crisis de gobierno que sufre el Ayuntamiento de Chiva, la anterior culminó el 24 de agosto de 2000, cuando se votó la moción de censura presentada por EU-PSOE y un concejal tránsfuga del PP, que quitó la alcaldía de Chiva al popular Joaquín Salvo para pasar a manos del socialista José Luis Yebra, que incluyó al tránsfuga del PP Ramón Antolí en su gobierno como responsable del área de ?Desarrollo y Turismo. Un mes antes, Antolí, que formó parte de la candidatura del PP en Chiva en calidad de independiente, presentó la dimisión como edil dentro del grupo popular por diferencias sobre la gestión municipal con el alcalde, Joaquín Salvo. El tres de agosto, Antolí negaba esta dimisión y también que dejaba el grupo popular para pasar al mixto. Unos días después no sólo presentó su dimisión, sino que se embarcó también en una moción de censura. La situación de Haro es muy diferente, tiene once concejales por seis la oposición (PSOE-Compromis) y no va a perder el gobierno municipal, pero sí podría tener que afrontar una crisis en el partido y en el gobierno. Las formas utilizadas en la dimisión de Casanova han llamado la atención no sólo de la oposición, también de los chivanos, que no tenían otro tema en la cena popular que se celebró la noche del viernes en la población, y podrían pasarle factura. La moción de censura para alcanzar la alcaldía le costó al PSOE 3 años después, en las municipales de 2003, el mayor batacazo electoral que ha tenido esta formación política en la población.