La piscina cubierta de Alberic no ha abierto sus puertas tras el verano y existe un riesgo elevado de que no vuelva a hacerlo, al menos, a corto plazo. La empresa que tiene adjudicada la gestión de estas instalaciones hasta el año 2015 ha solicitado al ayuntamiento la rescisión del contrato alegando que en los primeros cinco años de funcionamiento ha acumulado un déficit de 250.000 euros.

El gobierno municipal ha contactado con otras cuatro empresas del sector para que estudien la posibilidad de hacerse cargo de las instalaciones y evitar un pleito con el actual adjudicatario que puede prolongarse durante años aunque, según el concejal de Deportes, Bernat Hervàs, todas reclaman que el ayuntamiento asuma el gasto energético del complejo, lo que supone un desembolso anual de 40.000 euros, un requisito que considera inviable en la actual coyuntura. Cabe señalar que el ayuntamiento ya suprimió hace unos años el canon inicial de 9.000 euros anuales que tenía que pagar la empresa adjudicataria de la piscina cubierta y, según ha comentado el edil, también ha duplicado la subvención a la piscina por los programas que ofrece para determinados colectivos que, según dijo, se eleva a unos 20.000 euros. La empresa tenía que abrir sus puertas esta semana tras el parón estival aunque no ha reanudado la actividad.

Un déficit "brutal"

Bernat Hervás detalló los problemas que atraviesa la piscina cubierta de Alberic a raíz de una pregunta formulada por el portavoz de EU-IXA, Miquel Pallarés, en el pleno celebrado el jueves.

El concejal de Deportes confirmó que la empresa adjudicataria no quiere continuar con la explotación de la piscina y se ha negado a abrir en septiembre alegando que arrastra un déficit "brutal" -el ayuntamiento cuestiona las cifras expuestas por esta sociedad- y que, ante esta situación, al consistorio se le plantean varias alternativas que pasan bien por denunciar a la empresa por incumplimiento de contrato e ir a un juicio que podría demorar mucho más tiempo la reapertura de las instalaciones o llegar a un acuerdo para rescatar la concesión y cederla a otra empresa, una solución que se considera mucho más rápida.

Estudios de viabilidad

El edil detalló que en estos momentos cuatro sociedades estudian la viabilidad de la piscina, si bien admitió que "desgraciadamente es muy mala", y comentó que las empresas abogan porque todo el gasto energético sea asumido por el ayuntamiento ya que, según dijo, "parten de la base de que en todas las poblaciones de menos de 30.000 habitantes las piscinas son deficitarias".

El edil indicó que, debido a la situación económica, el ayuntamiento no se puede hacer cargo de la piscina y tampoco dispone del dinero para pagar los gastos de luz, gasoil y agua, que ascienden a 40.000 euros anuales, y mostró su esperanza en que alguna de estas empresas acepte asumir la gestión. Con todo, Hervàs reconoció en el pleno que el gobierno municipal desconoce cuando se podrá reabrir la piscina. Según dijo, se están pagando las consecuencias de "cinco años de muy mala gestión" en la piscina. Por otra parte, comentó que en las negociaciones mantenidas la empresa adjudicataria se ha comprometido a abonar los dos meses que adeuda a los trabajadores.

Tras el pleno, Bernat Hervàs admitió a Levante-EMV que existe el riesgo de que la piscina se quede cerrada si no asume ninguna empresa su gestión y mostró sus dudas sobre el déficit argumentado por la empresa, que había solicitado al ayuntamiento que restableciera el equilibrio presupuestario de la contrata, ya que, según dijo, "incluye incluso el beneficio que ellos pensaban obtener".

"En pueblos de menos de 30.000 habitantes la piscina es deficitaria"

El concejal de Deportes se mostró contundente al señalar que, por los contactos mantenidos con empresas especializadas en la gestión de piscinas cubiertas, "en todas las poblaciones de menos de 30.000 habitantes las piscinas son deficitarias" y comentó que las empresas pretenden que el ayuntamiento asuma los gastos de energía que genera el complejo, que son muy elevados, para asegurarse un beneficio.

En los últimos años muchos ayuntamientos han apostado por la construcción de piscinas cubiertas sin tener en cuenta los elevados gastos que conlleva su mantenimiento. En la comarca de la Ribera, las empresas gestoras han realizado agresivas campañas de descuentos para captar abonados en municipios vecinos y tratar de reducir costes. Cabe señalar que en algunas comunidades autónomas la normativa trata de impedir que pueblos con menos 15.000 habitantes promuevan este tipo de infraestructuras ya que no son rentables y aboga por mancomunar el servicio.