El PP de Gandia agasajó ayer a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en la que fue su primera visita a la ciudad que muchos madrileños escogen habitualmente como su lugar de vacaciones. Rompiendo tópicos y sin ningún complejo, el alcalde de la ciudad, Arturo Torró, empezó su intervención ante 500 simpatizantes del PP mirando a la presidenta Aguirre y dibujando una amplia sonrisa en su cara: «Esta es tu playa. Esta es la playa de Madrid». Aguirre, flanqueada por Alfonso Rus y Alberto Fabra, aún escucharía de boca del alcalde que 150.000 madrileños vienen cada verano a Gandia, que el 70 % de los 18.000 apartamentos son propiedad de madrileños y que Vicente Calderón está enterrado aquí por su expreso deseo. «Más Madrid, imposible», concluyó la primera autoridad local antes de centrar su discurso en las elecciones del 20N y en la necesidad de que esa votación permita a Rajoy ser presidente.

La jornada, efectivamente, fue de marcado carácter preelectoral, pero Esperanza Aguirre fue la estrella, casi la diva. Las miradas y los aplausos más encendidos fueron para ella. Al llegar al ayuntamiento firmó en el libro de honor y después visitó el Palau Ducal dels Borja, donde iba de sorpresa en sorpresa ante la belleza de algunas de sus estancias. «¡Qué maravilla!», expresó abiertamente al salir a la terraza que da al Patio de Cañas y contemplar la recientemente restaurada fachada de poniente de la Galería Dorada. Pese a la premura de tiempo y a que 500 personas esperaban a la comitiva popular en el hotel Bayrén para el mitin, Aguirre no se resistió a visitar las más nobles estancias del palacio.

Seguían esperando los militantes mientras se desplazaba a la playa y recorría, junto a Torró y Fabra, un tramo del paseo marítimo, llegando al agua del mar para bañarse los pies. «Agradezco al alcalde que me haya acompañado en esta la primera vez en mi vida que he pisado la arena de la maravillosa playa de Gandia». Tronaban los aplausos en el salón del hotel cuando Aguirre sorprendió incluso a las autoridades al invitar a un madrileño en bañador a que se sentara en la mesa presidencial. Juan García López, que así se llama el elegido, fue a saludar a su presidenta y acabó comiendo con ella y con Fabra, Rus, Torró, Salvador Enguix, Antonio Clemente y Guillermo Barber.

Antes de arremeter contra Zapatero, Rubalcaba y los gobiernos socialistas, Aguirre agradeció a los militantes del PP de Gandia la «recepción calurosa y amable» que había recibido.

Más breves, aunque igualmente aplaudidos, Alberto Fabra y Alfonso Rus animaron a los gandienses a votar el 20N en la misma línea que lo hicieron en las elecciones municipales, cuando dieron al PP la mayoría absoluta y permitieron que Arturo Torró dirigiera un gobierno sin ataduras. El gobierno del cambio que el PP quiere en España.