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Un juego cartas parecido al bingo ha hecho que la Peña de Amigos de la Tercera Edad del Port de Sagunt se enfrente a una posible sanción de hasta 600.000 euros tras el acta de inspección que ha levantado el grupo de juego de la Policía Nacional. Después de 20 años organizando partidas para socios en las que cobraban 0,20 euros cada vez para cubrir algunos gastos de la entidad, la directiva ha recibido una seria advertencia de la Generalitat: Deben dejar de promover juegos con dinero al carecer de autorización como exige la Ley 4/1988 y ello «sin perjuicio» de que les puedan imponer una multa a raíz del acta policial.

Este aviso ha cogido por sorpresa a la entidad pues ya en el año 2000 sufrió una situación similar que acabó en una multa de 200.000 pesetas y, al final, los tribunales le dieron la razón. En concreto, el Juzgado de lo Contencioso número 8 falló a su favor en 2001 y, en una sentencia contra la que no cabía recurso alguno, obligó a la Generalitat a devolverles, con intereses, la sanción que les había impuesto por jugar al bingo con dinero sin autorización para ello.

El fallo se fundamentó en que «no podía concluirse» que las partidas desarrolladas por los miembros de la asociación «tuvieran ánimo lucrativo», lo que a juicio de la magistrada «lo excluía del ámbito de aplicación» de la Ley 4/88 de la Generalitat que regula el juego.

Aquella sentencia dio tranquilidad a la peña hasta que el pasado octubre el grupo de control de juegos de la Policía Nacional les volvió a levantar un acta por una partida de cartas con normas inventadas por ellos, pero con funcionamiento similar al bingo y que la conselleria cree «una modalidad» de él.

Ante el riesgo a una multa mayor, las partidas con dinero que se hacían tres tardes a la semana se han paralizado y, aunque éstas solo suelen reunir a unas 50 personas, la indignación es general entre los 535 socios. Convencidos de que la entidad peligra «sin esa aportación» y de que «jugar no es lo mismo sin dinero», la directiva pidió ayuda al alcalde, Alfredo Castelló. Con anterioridad, ya había iniciado contactos con el Defensor del Mayor para aclarar su actividad, pero sigue esperando respuestas.

«Nos sentimos perseguidos; aquí nadie se lucra»

El presidente de la Peña de Amigos de la Tercera Edad, Juan Jordán, asegura que se sienten «perseguidos», después de haber sido multados en el año 2000 por organizar juegos «para socios» y haber recibido dos inspecciones en los últimos meses, que han acabado en la prohibición de organizar partidas donde se cobren céntimos y en una posible sanción. «Esto es totalmente injusto, nos sentimos acosados cuando aquí nadie se lucra», decía el representante de la entidad, quien aludía también «a un acuerdo adoptado en 2010 por el Consell Consultiu sobre el juego en los centros de personas mayores municipales, donde se permitía el juego si el máximo por jugador y partida era de 20 céntimos, como hacemos nosotros». Según apuntaba: «Lo hacemos para pasar el rato y dejar una pequeña cantidad que ayude a pagar los gastos mensuales que tenemos, que suben a 1.600 euros. Es más, el año pasado hasta dimos 2.716 euros a Médicos Sin Fronteras, como acredita la transferencia que les hicimos a través del banco», continuaba, mostrando el documento. Desde la directiva se subrayaba que el juego «es una distracción para los mayores, ayuda a agudizar la mente y evita que nos anquilosemos porque con la ilusión de juntarse con amigos salimos de casa y nos arreglamos, por lo que se beneficia la sociedad en general y a la seguridad social, porque vamos menos al médico». m. a.sagunt