«Mi madre tiene que dormir en un sofá y a la señora Petra le ha dado un infarto porque quería volver a su piso. Así no podemos vivir y necesitamos ayuda del ayuntamiento, como hizo en otros casos donde se descubrió aluminosis en el cemento». Es la declaración desesperada de César Vargas, uno de los propietarios de una de las 18 viviendas apuntaladas en una finca de la calle Baixador de Paterna, tras confirmar un perito un problema de aluminosis en el cemento de las vigas del edificio. Los técnicos municipales ordenaron hace meses el apuntalamiento de las zonas de las viviendas más próximas a la galería interior, por lo que la mayor parte de las estancias de las casas —cocinas, cuartos de baño, comedores— están con pilares provisionales para sujetar la vigas deterioradas. La aluminosis se detectó al efectuar una reforma en el último piso. Fue ahí cuando se describió el cemento en mal estado, con algunas sujeciones partidas por la mitad.

El malestar entre los vecinos y familias aumenta con el paso del tiempo porque tienen que sortear puntales a diario por las habitaciones y pasillos, o cocinar entre pilastras provisionales, como le ocurre a Domingo y Fernanda, una matrimonio de septuagenarios que, además, siente que nadie les echa una mano. «El problema es que nos nos quieren ayudar, en la Sumpa [promotora municipal] nos han dicho que no tienen dinero», resaltó Domingo, mientras su esposa Fernanda advierte: «como le pase algo a mi nieto entre estos barrotes, se van a enterar. Tiene una enfermedad y apenas se puede mover y que esté aquí es un sinvivir».

La comunidad de propietarios de la finca solicita ayuda al consistorio y Sumpa para un realojo provisional mientras duran unas obras de rehabilitación que están en el aire, pues la Generalitat Valenciana les ha denegado, de momento, optar a las ayudas porque ya les subvencionó la instalación de un ascensor en 2010, por lo que no se está en plazo al tener que pasar diez años para volver a optar a un préstamo. «Ni nos han pagado aún la ayuda del elevador que ya hemos costeado nosotros con 47.000 euros, y luego nos deniegan la subvención por aluminosis, que es una actuación urgente para que el edificio no colapse», recriminan los vecinos al Servicio Territorial de Vivienda, frente al que han presentado un recurso de alzada.

Los afectados han recurrido porque creen que es «injusto» que les denieguen una ayuda desde la Generalitat, porque consideran que a otros afectados por aluminosis sí que se les subvencionó las reforma o reconstrucción de sus casas, y porque no es lo mismo una ayuda para un ascensor que pedir una subvención por aluminosis.