El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ) acaba de anular los acuerdos adoptados por el Ayuntamiento de Ador que permitieron aprobar una urbanización de 132.000 metros cuadrados situada al este del casco urbano, cuyas obras no han comenzado. Los acuerdos se adoptaron entre 2005 y 2007, y la resolución judicial supone echar por tierra casi diez años de gestiones para desarrollar la que se prevía como una de las mayores áreas residenciales de Ador.

El TSJ ha tenido en cuenta la demanda interpuesta por una promotora urbanística y avala que, entre otros aspectos, el ayuntamiento, entonces gobernado por el PP, vulneró los derechos de los propietarios al no calcular debidamente los costes de la urbanización y no facilitar planos. «Hubo indefensión al no saber ni lo que se iba a hacer ni el coste final que iba a tener», señala extualmente la sentencia, a la que ha tenido acceso Levante-EMV.

Esta misma urbanización, denominada el Pinaret, ya fue objeto de un litigio judicial cuando la Confederación Hidrográfica del Júcar pidió su nulidad al no acreditar la existencia de recursos hídricos para el abastecimiento de las cerca de doscientas viviendas que se habían previsto.

Esta sentencia tiene una repercusión que va más allá del simple hecho de anular una gran urbanización porque justamente en esa zona iba a situarse el solar que el Ayuntamiento de Ador tenía previsto ceder a la Generalitat para la construcción del nuevo colegio público de Infantil y Primaria de Ador y Palma de Gandia.

El actual centro, situado en el límite de ambos términos municipales, está saturado desde hace años, y tanto los ayuntamientos como la comunidad escolar se han hartado de exigir un edificio nuevo.

El actual alcalde, Joan Faus, del grupo Gent d´Ador, ya ha informado de esta sentencia a la alcaldesa de Palma de Gandia, al director del colegio público y a la asociación de madres y padres de alumnos con el fin de dirigirse a la mayor brevedad posible a la Conselleria de Educación y plantear alternativas, que podrían pasar por la ampliación del actual colegio.

Faus señaló ayer a este periódico que «existe un interés mutuo» por parte de los dos ayuntamientos en disponer de un colegio más grande que acabe con la actual situación de deficiencia, pero no dudó en señalar que resulta muy difícil que Ador y Palma de Gandia estén en disposición de comprar y ceder un solar necesario para ello, dada la crítica situación económica, especialmente en el caso de Ador, con una deuda y un déficit que ahogan el consistorio.