Los seis concejales críticos del PP de Alberic y los cuatro de Coalición Valenciana presentaron ayer por sorpresa una moción de censura para destituir al alcalde, el popular Faustino Sala, que gobierna en solitario desde que a finales de noviembre retirara las delegaciones a los que eran sus compañeros de grupo, y el hasta ahora portavoz del grupo popular, Toño Carratalá, se convertirá previsiblemente en el nuevo alcalde de Alberic el próximo viernes 20 de enero. Los hechos se precipitaron a última hora de la mañana de ayer. Apenas unos minutos antes de entregar a la secretaria accidental del ayuntamiento la moción de censura firmada por diez de los diecisiete ediles de la corporación y pasarla por registro de entrada, los ediles críticos del PP habían formalizado la expulsión de Sala del grupo municipal popular.

El acuerdo no es baladí ya que es la base de la estrategia jurídica sobre la que se sustenta la moción de censura para salvar las restricciones que impone Ley Electoral para evitar casos de transfuguismo tras la modificación que entró en vigor el año pasado. Toño Carratalá admitió ayer que se trata de una medida «dolorosa» pero defendió que es la «única solución posible» y no dudó en señalar que la actitud de Faustino Sala es la que les ha «obligado» a tomar esta decisión. La Ley Orgánica de Régimen Electoral General regula que una moción de censura debe ir avalada por la mayoría absoluta del número legal de miembros de una corporación si bien en la revisión de 2011 se introdujeron algunas excepciones. En concreto, la normativa vigente detalla que en el caso de que alguno de los proponentes de la moción de censura «formara o haya formado parte del grupo político municipal al que pertenece el alcalde (…), la mayoría exigida se verá incrementada en el mismo número de concejales que se encuentren en tales circunstancias».

El acuerdo de expulsión de Sala del grupo popular en una reunión en la que los críticos impusieron su mayoría —Sala asistió y abandonó la misma de forma precipitada cuando tuvo conocimiento de la propuesta—convierte a Sala en concejal no adscrito mientras que los críticos se mantienen como integrantes del grupo popular por lo que interpretan que la moción de censura es viable debido a que es Sala el que ya no pertenece al grupo original. Los hasta ayer compañeros de grupo municipal argumentan como causas de expulsión la vulneración de «los principios básicos e ideológicos del PP» y la «actitud dictatorial y absolutista del alcalde», que revocó las competencias que les había delegado «dejando el municipio sin gobierno». Se da la paradoja, no obstante, de que el único pronunciamiento que ha realizado el PP por boca del presidente comarcal desde que estalló la crisis municipal ha sido de apoyo al alcalde de Alberic. Los concejales que firman la moción de censura justifican la propuesta por la situación de «ingobernabilidad» que vive el ayuntamiento, de la que responsabilizaban al alcalde por haber «revocado sin fundamento las delegaciones de sus propios compañeros de lista electoral»; le acusan de practicar un «absolutismo total en la toma decisiones» al haber ignornado al equipo de gobierno e incluso de haber «vulnerado» acuerdos del mismo y, por otra parte, señalan que la imposibilidad para formar un nuevo gobierno pese a las negociaciones que Sala mantiene abiertas con el PSOE, IXA-EU y un edil indpendiente representa también una vulneración de la ley «al no crear una junta de gobierno local casi dos meses después de la disolución de la misma».

«Es la única solución posible a la crisis actual del consistorio»

«Nos sentíamos en la obligación de solucionar la crisis municipal y acabamos de arreglarla. El pueblo no se merece continuar así». Con estas palabras, el portavoz del PP y futuro alcalde, Toño Carratalá, defendía la presentación de una moción de censura contra un alcalde del mismo partido, que señaló como «la única solución posible». Carratalá, que dijo no tener constancia oficial del expediente disciplinario que a finales de noviembre anunció el presidente de la gestora local del PP, aseguró que los ediles críticos han defendido «lo que creemos mejor para el pueblo y para el partido». «Llevamos dos meses sin gobierno después de que nos quitara las delegaciones y el alcalde no ha presentado ninguna alternativa. Lejos de solucionar la crisis, ha ido a pactar con los partidos de izquierdas», señaló Carratalá, quien sobre la posibilidad de que el PP actúe contra los firmantes de la censura defendió que el partido va a salir reforzado gracias al pacto con CVa y mantiene la alcaldía mientras que «la gestión de Sala conducía al PP a la destrucción». DORI MATEU/P. F. ALBERIC