Benigànim multiplicó ayer su población, en el día grande de festividad en honor a la beata Inés. Autobuses repletos de peregrinos de los municipios del entorno acudieron a participar en los actos, que estuvieron presididos este año por el obispo auxiliar de Valencia, Enrique Benavent. El hecho de que la celebración cayera este año en sábado aumentó el número de visitantes.

La celebración comenzó con un volteo de campanas a primera hora de la mañana y, posteriormente, los festeros de la Hermandad Inesina organizaron una ofrenda floral ante la fachada del templo de su advocación.

El obispo auxiliar de Valencia, monseñor Enrique Benavent, ofició una misa solemne a las 11 horas en la plaza de la beata. Por la tarde, su imagen recorrió en procesión las calles de Benigánim acompañada por decenas de vecinos y devotos. Durante el recorrido, la imagen visitó la mayor parte de las calles de la población que habían sido engalanadas por los vecinos y en algunos portales esperaban el paso para representar escenas de su vida.

Josefa Teresa Albiñana Gomar, que asumió como religiosa el nombre de Josefa María de Santa Inés, nació en Benigánim en 1625 y con 18 años ingresó en la orden de las Hermanas Agustinas Descalzas. Hasta su muerte en 1696, permaneció en el monasterio de Benigánim realizando los oficios más humildes. Fue beatificada por el papa León XIII en 1888.