­La costumbre del alcalde de Cullera, Ernesto Sanjuán, de dar un fuerte apretón de manos se ha hecho conocida a nivel nacional esta semana después de que haya llegado a fracturar un dedo a su homólogo de Canals, Ricardo Cardona; pero los vecinos de Cullera la conocen de toda la vida. Todas han sentido en sus carnes ese efusivo saludo, que nadie olvida. «Algún día tenía que ocurrir», es el comentario más generalizado en la población desde que se conoce la noticia.

Cada vecino de Cullera tiene su propio truco para evitar hacerse daño en la mano y también hay diversas teorías sobre los motivos que le llevan a Sanjuán a actuar de esta forma. Algunos dicen que el alcalde lo hace a sabiendas, para mostrarse viril ante su interlocutor. No creen que, como dijera el alcalde, no pueda controlar su propia fuerza. Otros, en cambio, opinan que no va más allá de una simple broma entre conocidos. Saben que Sanjuán practicó halterofilia cuando era joven y creen que de ahí le viene su desmesurada fuerza.

Pero en lo que sí que coinciden todos los hombres entrevistados es en que Ernesto Sanjuán es el único que tiene esta peculiar costumbre. Casi todos piensan que hay que estrechar la mano fuerte porque un salido débil no queda bien, «es más agradable una mano sólida que una blanda», afirma un vecino; pero todos reconocen que, a veces, el alcalde se sobre pasa con su apretón. «Los cuatro dedos me los hace uno” dice un vecino, que a continuación añade, «pero no lo hace con mala intención».

Hay quien dice que cuando el alcalde saluda, te coge los dedos y, por eso, hace daño. Otros cuentan que saluda con una mano y con la otra aprieta a su interlocutor, «a mí me apretó con las dos manos» cuenta un hombre de avanzada edad. También son variados los trucos para evitar el fulminante saludo: hay quien opta por abrazarle, aunque algunos vecinos dicen que con esta opción, Sanjuán puede dejarte las costillas doloridas; otros resabiados optan por darle dos besos; hay quienes le advierten de que no haga daño antes de saludarle, aunque dicen que a veces el alcalde no hace caso y aprieta la mano igual; evitar que te coja toda la mano y chocársela son otros de los trucos.

Incluso algunos de los hombres consultados hacen extrañas posturas con las manos para salirse indemnes del saludo y los que se ven con fuerzas, le responden al alcalde con un fuerte apretón. El propio alcalde reconocía el martes que algunas veces su interlocutor se ha quedado un buen rato con la mano dolorida. Los que se libran son los hombres con las manos grandes y gruesas, a quien el alcalde no puede abarcarles toda la mano. «Toda la vida ha hecho igual, es típico de él. Yo se la choco, no se la doy», dice Esteban González, un vecino de Cullera. Vicent Ángel, otro vecino, asegura que «la primera vez sí que me hizo daño y ahora le abrazo.Lo hace como una especie de broma, pero hay tío al que lo amarga».

«Sanjuán me pidió disculpas el martes»

El alcalde de Canals certificó ayer la versión de Sanjuán: el primer edil de Cullera se marchó del campo de fútbol canalense sin saber que le había partido un dedo a su homólogo, Ricardo Cardona, al darle un apretón de manos con su habitual energía. Pese a estar molido de dolor y decidido a marcharse rumbo a urgencias, Cardona fue discreto y sufrió su fractura de dedo anular como si de las hemorroides se tratara: en silencio. «No, no le dije nada. Nos saludamos y yo no le dije que creía que me había roto el dedo», confesaba ayer. Es más, el alcalde dijo que Sanjuán se enteró de lo ocurrido el lunes por un comentario en la diputación. «Pensó que se había exagerado el tema. Y cuando ayer [por el martes] vio la prensa se dio cuenta de que era verdad». Cardona aseguró ayer que el alcalde de Cullera le llamó insistentemente al móvil; al no conocer el número primero no lo cogió. «Me pidió disculpas varias veces», insistió Cardona. a. garzo canals