Agentes de la Policía Local de Gandia, siguiendo instrucciones del Gobierno de Arturo Torró, amargaron ayer la última jornada lectiva antes de las vacaciones de Pascua a 34 educadoras, profesoras y auxiliares de la red de guarderías infantiles de la ciudad, las popularmente denominadas "escoletes".

Desde el mediodía los policías recorrieron las ocho instalaciones abiertas y comunicaron los despidos, que llegaron en forma de trámite de audiencia, durante diez días, para alegar a la modificación de la Relación de Puestos de Trabajo en el Ayuntamiento de Gandia que, como ya adelantó Levante-EMV, extingue los de las educadoras de las "escoletes". En la práctica eso significa que perderán su puesto de trabajo a partir del último día de este curso, el 30 de junio.

Esos despidos estaban programados por el Gobierno local desde hace tiempo, aunque a las educadoras les causó sorpresa que tuvieran que enterase mediante una notificación presentada por agentes de la policía en vez de ser llamadas al ayuntamiento.

Preguntada por este periódico, la concejala de Personal, Ana Penalba, señaló que normalmente este tipo de notificaciones se lleva a cabo por parte de auxiliares administrativos. En esta ocasión, sin embargo, las afectadas están fuera del ayuntamiento y se tuvo que echar mano de la Policía Local porque el consistorio "no dispone de notificadores". En esos casos y en muchos otros procesos Penalba dijo que "es habitual" que la policía se encargue de notificar las resoluciones administrativas. La responsable de Personal explicó que ahora se abre el proceso para que la red municipal de guarderías sea gestionada por una empresa pública o privada, pero no está garantizado que quienes el 30 de junio perderán su empleo vuelvan a ser contratadas.

Lo que sí está claro es que el Gobierno de Gandia ha adoptado la clara determinación de que las futuras trabajadoras se acojan al convenio nacional.