El plan de ajuste que está aplicando el Ayuntamiento de Calp para escapar de la quiebra (su deuda supera los 60 millones de euros) obligaba a negociar a la baja las grandes contratas de servicios. La más importante es la que el consistorio mantiene desde 1998 con Acciona, adjudicataria de la limpieza viaria y de la recogida de basura. El contrato original subía a 3,8 millones de euros. Pero ahora el gobierno local (PP e Independents-Els Verds) ha metido la tijera a fondo y ha conseguido rebajarlo en 1,1 millones. El alcalde, el popular César Sánchez, lleva hoy a pleno esa modificación en el contrato. Desde el gobierno local, se aseguró ayer que el servicio que se presta no va a resentirse.

De hecho, también ayer se anunciaron mejoras como la de apostar por el reciclaje y aumentar en 150 los contenedores (ahora en todo el pueblo hay unos 40). Además, Calp empieza a planificar una nueva fórmula para deshacerse de los residuos. Hasta ahora se trasladaban a la planta de Colsur en la Serra d'Oltà, donde presuntamente se cometió el fraude del pesaje que investiga la pieza calpina del caso Brugal. Ahora se trasladará también basura a la planta de Benidorm y, a cambio, el consistorio obtendrá una contraprestación económica. Mientras, el ayuntamiento sigue esperando el dictamen del Consell Jurídic Consultiu sobre la rescisión del contrato con Colsur.