"Hay un expediente abierto y, si me hacen caso a mi, esa gente no puede estar en el PP". El presidente provincial del partido, Alfonso Rus, aludía ayer de este modo a los concejales críticos de Alberic que en enero presentaron una moción de censura contra el que había sido su jefe de filas, el popular Faustino Sala. "Se equivocaron y la única forma de entenderlo es reconocerlo", comentó, mientras señalaba que el actual alcalde, Toño Carratalá, y el resto de ediles que estaban dados de alta como afiliados están suspendidos de militancia y "no son del PP". Cabe recordar que estos ediles recurrieron su expulsión. "Eso de decir que soy del PP pero sólo para lo que ellos quieren no puede ser, cuando se les dijo que estuvieran tranquilos no hicieron caso y ahora tienen que estar acogidos bajo el manto de alguien", comentó sin dar ningún nombre.

Rus presidió ayer la inauguración de la nueva sede del PP y, si bien durante su intervención no realizó ninguna alusión al conflicto que fracturó el partido y acabó con una moción de censura, sí expresó posteriormente su apoyo a la gestora que preside Blai Albarracín y de la que forma parte Sala. "Lo que hay que hacer es mirar adelante, nosotros estamos con la gente que está aquí, guerras internas no interesan", comentó, mientras anunciaba que en septiembre se celebrarán elecciones para cerrar el largo período de interinidad de la actual gestora. "En el PP hay que tener sentido común, aquí han roto el partido nada más entrar a gobernar. No entiendo esa ansiedad por llegar lo antes posible, la puedo entender por la juventud, pero en política uno tiene que llegar poco a poco, empezar de abajo, conocer la realidad y con el trabajo llegar", comentó Rus, mientras señalaba que para acortar ese camino "hay que ser una estrella y de esos conozco pocos". Rus marcó distancias con los críticos y aseguró que ni siquiera les da audiencia. "Hay un expediente abierto y si me hacen caso a mi, esa gente no puede estar en el PP. Si nosotros quisiéramos la alcaldía la tendríamos mañana -comentó en alusión a un hipotético archivo de los expedientes- pero daríamos un mal ejemplo a la ciudadanía, hay que ser serio", indicó.

En referencia a la reordenación de la Administración que impulsa el Gobierno central y que puede suponer la supresión de las mancomunidades, Rus comentó que nunca ha realizado una propuesta en este sentido -recordó que presidió durante diez años la Mancomunitat de la Costera- y tras comentar que si un ente comarcal se puede mantener no se opone a que continúe, señaló que aceptará lo que finalmente dictamine el Gobierno, aunque suponga una carga de trabajo añadida para la diputación.