La televisión pública comarcal de la Ribera, la primera de la Comunitat Valenciana, ya está en antena. El inicio de la emisión en pruebas de Sucro TV ha supuesto el principio del nuevo canal de televisión, que en los próximos días empezará a funcionar con normalidad con una programación basada, durante los meses de verano, en reportajes de la Ribera. La nueva cadena de ámbito comarcal echa a andar con el apoyo inicial de los ayuntamientos de Algemesí y Sueca y se puede sintonizar en el canal 44 de la Televisión Digital Terrestre (TDT). Ambos consistorios consiguen así salvar a sus televisiones locales gracias a la nueva ventana que supone una cadena de alcance ribereño apadrinada por la empresa Carbe Producciones SL, cuyo responsables es Andreu Alberola, hasta el momento director de Berca TV en Algemesí.

La nueva televisión de la Ribera supera así todas las trabas iniciales en forma de abandono de varias localidades por el alto coste de su puesta en funcionamiento. Una vez en antena, se entierra definitivamente cualquier posibilidad de crear un canal comarcal a través de un consorcio de municipios, aunque en un futuro alguna localidad puede proponer su incorporación, sobre todo cuando empiece la recuperación de la crisis económica.

La puesta en marcha de la nueva televisión comarcal lleva preparándose desde hace meses y sólo faltaba el visto bueno de la Conselleria de Presidencia, que se produjo el pasado mes de abril cuando el pleno del ejecutivo valenciano autorizó la trasmisión de la licencia de comunicación audiovisual de la inactiva Libertad Digital TV a la mercantil Carbe Producciones para la prestación del servicio de Televisión Digital Terrestre (TDT) a través del canal 44 de la demarcación de Alzira.

La autorización se produjo después de la solicitud presentada conjuntamente por Carbe y Libertad Digital el 15 de diciembre de 2011 y permite crear el germen de una actual televisión comarcal a la que sus promotores esperan que se sumen más ayuntamientos cuando la crisis escampe.

La compra de la licencia se realizó con capital privado y permitirá a las televisiones de Algemesí y Sueca dar el salto de forma conjunta a la TDT y tratar de recuperar la audiencia que tenían antes del apagón analógico, además de evitar un cierre que sí se produjo, por ejemplo, en el canal de Cullera.