«Visca el aigua cristalina que ens dóna el naixement». El himno de Paterna ya glosa la importancia que para los vecinos de esta ciudad de l´Horta ha tenido el agua del manantial del antiguo barranco de la Font, ahora ubicado en la calle Vila de Madrid de uno de los polígonos más grandes de España y de Europa, al que dio nombre a finales de los años 60 del pasado siglo. Es el Naixement de la Font del Gerro, aunque la zona industrial ha adoptado desde su creación en la última etapa de la dictadura franquista la denominación castellana de Fuente del Jarro.

Una reciente denuncia de UPyD en Paterna alertó del abandono del entorno del nacimiento al estar lleno de malas hierbas, a la vez que acusó al gobierno local del PP de no fomentar las visitas a un patrimonio histórico de la ciudad. Días después la maleza ha desaparecido de la zona de esparcimiento, pero nadie se acerca al «Naixement». Hace más de 100 años, los paterneros acudían en romería para refrescarse en fechas señaladas.

Según explicó el cronista oficial de la Vila de Paterna, Camilo Segura, la primera referencia documental data del 30 de agosto de 1858, en la que «se habla de un manantial a unos dos kilómetros del casco urbano, en el tramo que discurría hacia la Canyada». Allí se improvisó un canalón con una fuente que se llamó «el Chorret», detalló el también archivero local en el consistorio. En ese mismo año el ayuntamiento se propuso llevar el agua clara hasta Paterna e «hizo que la idea calase profundamente en la mentalidad de los vecinos». Seis años más tarde, en 1864, llegaron las aguas a la zona de las Eras tras aportar el pueblo dinero y jornales por valor de 107.873 reales.

Cuando se hicieron las obras del «Naixement» esta fuente se suprimió y fue trasladada junto al camino de Bétera o de Bocheros, sirviendo de abrevadero para el ganado de paso. Asimismo fue aprovechada por los «aiguaders» de Paterna para venderla a los ciudadanos de Valencia. En torno a los los años 20 del siglo XX se hizo la piedra con el rótulo y el jarro, bautizándola ya como «Fuente del Jarro», según el cronista. Quizá por eso el polígono mantuvo esta denominación para el polígono, a la que contribuyó la imposición franquista del castellano frente a la lengua autóctona. A mediados del siglo XX, a su alrededor afloraron gran cantidad de chalés y una cantina, que con la llegada del polígono (1967) desaparecieron. El progreso industrial dejó al manantial en el más completo olvido. La fuente, junto a la pila, fue recuperada y recolocada en el depósito de agua de las Eras, siendo inaugurado su nuevo emplazamiento el 2 de junio de 1977 por el entonces alcalde José Sáinz Ramón.

El nacimiento volvió a la memoria de los vecinos cuando el consistorio con gobierno PSPV-EU lo recuperó, en 2002, con la instalación de bombas para que no se inundara y pudiera ser visitado. Entonces, un estudio determinó un caudal de 5,25 litros por segundo. Pero el hundimiento de una calzada por las lluvias torrenciales de octubre de 2003 afectó al manantial, que quedó cubierto de lodos. Aguas de Valencia se encargó de su restauración con una inversión de 600.000 euros para garantizar la seguridad estructural en el manantial, crear un nuevo acceso y un espacio museístico. Sin embargo su lejanía a la ciudad y su poca promoción mantienen olvidada una joya hidráulica. El gobierno de Lorenzo Agustí asegura que se va a firmar un convenio para mantener la jardinería del polígono, a cuyos industriales no les importará adoptar la denominación original y popular de la «Font del Gerro», siempre que no genere ningún tipo de polémicas estériles.