«La Celestina», una de las obras más importantes de la literatura castellana, se habría inspirado en una historia de pasiones e intrigas vivida en Sagunt en el siglo XV y tendría como escenario imaginario a la capital de El Camp de Morvedre. Estas son, al menos, las novedosas conclusiones a las que ha llegado el estudioso saguntino Manuel Civera tras cinco años de trabajo con las obras de Fernando de Rojas y de otros autores.

La ubicación de «La Celestina» ha provocado durante décadas diferentes teorías y Civera empezó a indagar en ellas al observar las similitudes de su trama con unos hechos ocurridos en Sagunt en 1427 y que constituyeron el único proceso criminal de época medieval que se conserva completo del Reino de Valencia. Entonces, se procesó a la joven saguntina Úrsola Vilarroya, a su amante, Joan Argent, y a otras personas relacionadas con ellos por el intento de asesinato del marido de Úrsola. Aquella historia que en el año 2007 centró el libro del profesor e investigador Andrés Díaz «Contra Úrsola», está llena de los mismos ingredientes que «La Celestina»: amores, celos, traiciones, episodios de hechicería y alcahuetería.

Pero las coincidencias, según apunta Civera, van más allá. Las características de los personajes, la ubicación y descripción de sus casas e incluso muchos de los acontecimientos narrados en la obra son idénticos, a su juicio, a los actos de amor, odio y tragedia relatados en la causa criminal. El saguntino Joan Argent era halconero, al igual que Calisto. Úrsola, a su juicio, se convirtió en el papel en Melibea. Caterina, condenada a la hoguera por alcahueta y embrujadora, también era vecina de Úrsola y su madre, como lo eran Celestina y Melibea. «Existieron todos los personajes y en Sagunt aún se conservan muchos de los escenarios reales donde se desarrolló tanto la historia de Úrsola como «La Celestina», asegura el estudioso.

Coincidencias .

Civera afirma que los espacios descritos en «La Celestina» coinciden plenamente con el Sagunt de la época y no con la fisonomía que entonces tenían las ciudades de Salamanca, Toledo, Zaragoza y Valencia que algunos autores habían barajado como escenario de la obra. Como señalaba Civera, «a diferencia de estas ciudades, Sagunt cuenta con una plaza mayor donde hay una escalera que se cita en la obra como escenario para el escarnio público de Claudina, la madre de uno de los criados de Calisto, una pena que además en la Castilla de esa época habría sido de muerte por la reiteración en 4 veces, según el autor García Valdecasas». En esta plaza, como se describe en «La Celestina», tiene lugar la justicia, los toros y el mercado. Tampoco falta en ella el reloj de hierro que se cita en la obra. El Murviedro medieval también contaba con huertos donde se conocieron Calisto y Melibea e incluso una torre como la que Melibea utiliza para suicidarse. Según Civera, incluso la frase «¿cómo puede ser mayor el fuego que atormenta un vivo que el que quemó tal ciudad y tanta multitud de gente?», dicha por Sempronio a su amo Calisto haría referencia al pasado de Sagunt.

Estas alusiones no acaban ahí pues en el libro se menciona varias veces que en la mesa hay vino de Murviedro. Esto ya había llevado a diversos autores a cuestionar que «La Celestina» transcurra en Castilla, pues en aquella época Castilla tenía prohibido importar vino y por tanto, eso hubiera sido imposible. Además, el marco legal y las costumbres que se narran, como los toros, son propias de la Corona de Aragón. El rector de la Universidad de Bolonia y autor de «La adulteración de la Celestina», José Guillermo García Valdecasas, es uno de estos especialistas que han cuestionado la ubicación de la tragicomedia de Calixto y Melibea en Castilla. Otros abogan porque la obra tuvo lugar en la Corona de Aragón y que el manuscrito original pudo estar redactado en valenciano, como sostiene la Fundació Institut Nova Història.

Lugares que dan para una ruta turística

Los escenarios del caso aún existen y dan para una ruta turística. El casco antiguo de Sagunt preserva algunos de los lugares que, sin duda, protagonizaron el único proceso criminal de época medieval que se conserva completo del Reino de Valencia y que Manuel Civera relaciona ahora con «La Celestina». Hace unos meses, este estudioso ya guió un recorrido por los escenarios de aquella historia de amantes, celos y alcahuetería, en un acto organizado por el Col.lectiu pel Patrimoni. En él, los lugares claves son la plaza mayor donde estaban el mercado, los toros y donde se hizo el juicio, la antigua Porta de San Miquel, donde vivía el halconero protagonista y, en los alrededores, la alcahueta; y la casa de la calle Amalia Danés donde vivía Úrsola, que conserva muchas estructuras de principios de siglo XV, incluida la entrada y la ventana de la habitación de aquella saguntina que, al final, fue indultada por el rey. M. A.sagunt