Con mal pie empezaron ayer los actos taurinos en Benicarló. El primer día de encierros se saldó con el fallecimiento de una vaquilla, y una segunda en la exhibición de "bous a la mar". Tampoco fueron mejor las cosas en las fiestas de Sant Bartomeu, en Nules, donde el primer día de "bou per la vila" dejó a los aficionados con la miel en los labios al romperse una pata el astado por lo que hubo de ser retirado a los toriles, con la suspensión de la exhibición matinal.

En Benicarló, a las 10 de la mañana, una vaquilla que participaba en la exhibición se desplomó en la avenida Marqués de Benicarló víctima del agotamiento por el calor. El animal había estado corriendo durante más de una hora, sin descanso, porque había sido imposible que volviera al corral. El encierro, que suele durar unos minutos, duró dos horas.

La organización se encontró muchos problemas para poder encerrar a las vaquillas en el toril, por lo que la comisión taurina optó por soltar a los mansos para poder arrastrar a la manada hasta un corral supletorio situado al principio del recorrido, en la calle Cristo del Mar. Sin embargo, la vaquilla fallecida no entro y siguió corriendo.

Según el concejal de Fiestas de Benicarló, Álvaro París, era una vaquilla "muy brava y rebelde" y, a pesar de los esfuerzos que se hicieron por parte de la comisión taurina, ayudados por los mansos y por el ganadero, "no hubo manera de que entrara en el camión ni tampoco de encerrarla en el toril, el animal volvía a calle arriba". "Al final ha acabado asfixiándose, probablemente a causa de un golpe de calor", explicó.

Este no sería el único susto de la jornada, sino que tan sólo dos horas después, caía la segunda res, en este caso, en plena celebración de la exhibición de vaquillas en "els bous a la mar", en la explanada del puerto. Eran las 12.45 horas cuando la vaquilla caía al mar. "Cayó al agua y ya no ha podido salir. La barca ha intentando agarrarla, sin éxito", indicó París.