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El grupo de música Els Amics de les Arts canta su pieza «L’home que treballa fent de gos» en catalán oriental, Arthur Caravan interpreta su sutil «L’amor és cec» en un perfecto valenciano, y Joan Miquel Oliver entona su «Final feliç» en un mallorquín trufado de artículos «salats». Pero, ¿alguien ha compuesto una canción utilizando el valenciano de Turís? Muchos vecinos desconocerán que en la localidad se habla un peculiar idioma valenciano que se nutre de su contacto con los pueblos castellanos de la Foia de Bunyol. Los turisanos, así, conversan con un hablar fronterizo con numerosos aragoneses y castellanos, además de localismos y arcaísmos que configuran un variedad dialectal.

A pesar de que se mantiene en el tiempo, las nuevas generaciones educadas bajo las normas de la Llei d’Ús i Ensenyament en Valencià van limando, poco a poco, las diferencias con el valenciano normalizado. Similar situación sucede en Sumacàrcer, donde el contacto con los pueblos de la Canal de Navarrés provocó que durante años se desarrollaran características fonéticas, morfosintácticas y léxicas extraordinarias, confrontando con sus vecinos Càrcer o Antella. Sin embargo, las nuevas generaciones han perdido casi totalmente estas particularidades.

Un estudio de los profesores Vicent Beltran y Carles Segura analizó el valenciano de Turís, expandiendo las comparaciones con los demás pueblos de la Vall dels Alcalans y Carlet. En la demarcación se observan cuatro zonas (Turís en el interior; Montroi, Real i Montserrat en el sudeste; Llombai, Catadau i Alfarp en el Marquesat de Llombai y Carlet, como entrada a la zona del valenciano normativo) que, además, se dividen entre el valenciano meridional y el central.

Según los profesores, el valenciano de Turís se presenta como un vocablo impregnado de castellanismos exclusivos de la comarca como «balsa», «unya», «tabic» y «llegar»; algunos de los cuales se han adaptado como «anrepuixar» (arrempujar), «buixerugo» (abejaruco) o «cosquelles», «estropall» o «musgany» (musgaño). También son familiares aragonesismos como «ababol», «brullo», «gomanilla», «sinse» o «roixio». Y se observan localismos que, a pesar de la distancia, son frecuentes en el habla de los mayores de Sumacàrcer, colindante con la Canal de Navarrés. Son palabras cuya pronunciación abierta de la letra «o» la convierte en «a», en casos como «au», «bau», «dijaus» o «nau».

También es exclusivo en Turís (en contraposición con otros pueblos estudiados) la elisión de la «-r» final en palabras como «parlâ-te» o «duxâ-te» y la existencia de vocablos autóctonos como «gleda» (argila), «dit curro» (menovell) o «ximbo» (juego del sambori).

«Es comprensible que en los pueblos vecinas que hablan en valenciano relacionen el de Turís con el de los pueblos ‘xurros’ de la Foia de Bunyol y lo estigmaticen como un valenciano mal hablado, castellanizado pero al mismo tiempo con personalidad», opinan.