Los dos maestros de la pólvora, Ricardo y Vicente Caballer cierran las fiestas de su Godella natal. A la 1 de la madrugada, Vicente Caballer será el encargado de poner el broche final a las fiestas patronales con el clásico y esperado castillo de fuegos artificiales. Cerca de una tonelada de pólvora para pintar de color la huerta desde la que, un año más se realizará la ´dispará´. Un castillo tradicional, con efectos modernos e innovaciones con las que posteriormente, la pirotecnia godellense sorprenderá al mundo.

Será tan sólo unas horas después de que las imágenes de El Salvador, El Rosario, San Sebastián y San Bartolomé recorran las calles del municipio en la procesión en honor a éste último y todavía con el eco de los truenos con los que Ricardo Caballer hará temblar literalmente la bajada del Parque del Molino. ¨En el programa de festejos incluyen la expresión ´ansiada mascletá´ y la verdad, no les falta razón porque cuando uno nace en un lugar y lleva su nombre por todo el mundo, cuando le encargan hacer un disparo en ese sitio qué menos que tirar la casa por la ventana, como afirma el refrán¨, explicó Ricardo Caller.

Y agregó que ¨quienes nos conocen saben de sobra que tiraremos el resto en la ´mascletà´ del pueblo.

Pólvora, color y ruido para clausurar las fiestas locales que, como es tradición, dejará los actos religiosos de la procesión del Cristo de la Paz y de la Virgen de los Desamparados para los dos próximos domingos.