El puerto de Gandia va quedarse, por segundo verano consecutivo, sin ver salir ferrys hacia la isla de Ibiza, una aspiración por la que, desde el despacho de alcaldía, han luchado tanto el socialista José Manuel Orengo como el popular Arturo Torró. Para sorpresa de la mayoría de los gandienses, los dos alcaldes llegaron a anunciar esa conexión marítima. La potenciación del puerto, la existencia de línea de ferrocarril que comunica Gandia con Valencia y con Madrid y el gran atractivo turístico que comparten Ibiza y la capital de la Safor fueron los argumentos que usaron para dar por hecho que, al menos los fines de semana, se verían ferrys zarpando de Gandia.

En el caso más reciente, Arturo Torró llegó a comparecer el pasado mes de enero con el director de Comercialización de Acciona-Transmediterránea, José Vicente Herrero, quien dio a entender que el proyecto podría salir adelante.

Como adelantó Levante-EMV, meses antes Acciona había obtenido el visto bueno de la Autoridad Portuaria de Valencia para operar con buques de pasajeros desde el puerto de Gandia, lo que dio más credibilidad a ese anuncio. Incluso se apuntó que el trayecto duraría unas dos horas y funcionaría, a modo de prueba, los fines de semana de julio y agosto.

Acciona, sin embargo, no ha dado explicaciones del porqué, transcurrido ya el último fin de semana de agosto, el ferry a Ibiza se ha esfumado. El alcalde, Arturo Torró, sí respondió que él "había hecho todas las gestiones" y que ahora le corresponde actuar a la empresa y a la Autoridad Portuaria de Valencia.

Sabido es que en Dénia el anuncio hizo que saltaran las alarmas. En la capital de la Marina Alta no se ve con simpatía que esta ciudad pueda perder una parte del tráfico marítimo con Ibiza. Si el ferry de la Safor a Ibiza se pusiera en marcha y acabara tomando aire, Dénia notaría una reducción de su actividad portuaria, que al fin y al cabo, es actividad económica.

El alcalde de Gandia ha señalado que las gestiones siguen, algo que ratificó anteayer su número dos, Víctor Soler.