El Gobierno no ha dejado clara su postura sobre si la concesión de la finca de la familia del Mariano Navarro Rubio, quien fue ministro de Franco entre 1957 y 1965, tiene los días contados. Navarro Rubio y su esposa compraron en 1959 al Ayuntamiento de Xàbia por 10.000 pesetas un trozo de playa de 7.000 metros cuadrados, donde, además, salió a la luz un importante yacimiento arqueológico de época romana. La concesión finaliza en 2018, pero el Ejecutivo no se moja. De hecho, a una pregunta en el Congreso del diputado del PSOE José Luis Ábalos sobre si se iba a recuperar el uso público de esos terrenos del dominio público marítimo terrestre, el Gobierno ha respondido sin aportar nada. Sólo se ha limitado a recordar lo que ya se sabe, que está tramitando "un expediente para determinar los posibles derechos concesionales que pudieran corresponder a la finca interesada, al amparo de las disposiciones transitorias de la Ley de Costas".

Los descendientes de Mariano Navarro Rubio han invocado esos "derechos concesionales" con el objetivo de que se reconozca su pleno derecho sobre estos terrenos del litoral de la Punta de l'Arenal. Tratan de esquivar el fin de la concesión y piden un nuevo deslinde que los convierta en propietarios. Alegan que las olas de los temporales no alcanzan la parcela del chalé.

Sin embargo, el pleno de Xàbia ya ha informado desfavorablemente la solicitud de esos "derechos concesionales". Aportó un informe urbanístico y otro de patrimonio que sustentan que hay "elementos impeditivos" para prolongar ni un día más la ocupación, que se ha prolongado ya durante 50 años, de un litoral público que esconde un yacimiento romano activo desde el siglo I a. C. al VII de nuestra era.