El palacio del Marqués del Vasto y la cafetería Liberty en la calle Major; la Clínica Pellicer, en el paseo Germanies; la Alquería de Romaguera, en Santa Anna, o el Trinquet El Zurdo. Son algunos de los edificios de interés histórico, arquitectónico o cultural de Gandia que han sucumbido a la piqueta en los últimos años, sin que ninguna normativa legal lo impidiera. Y la historia, todavía hoy, podría volver a repetirse.

La Conselleria de Cultura advierte que el catálogo de patrimonio de bienes inmuebles de carácter histórico y cultural de Gandia está obsoleto, por lo que es conveniente que se adapte a la legislación vigente. En un escrito remitido al ayuntamiento con fecha 6 de agosto, la directora general de Patrimonio Cultural, Marta Alonso, «sugiere» que, «en cumplimiento de lo establecido en la disposición adicional tercera de la Ley de Patrimonio Cultural, adapten la totalidad de su catálogo a las disposiciones que esta norma contempla». La Generalitat incluso se ofrece a facilitar colaboración técnica para esta labor, un inventario que, no obstante ya iniciaron hace años técnicos municipales, pero sobre el que todavía hay mucho trabajo por hacer.

La carta la ha dado a conocer la asociación Arc de Mig Punt, que pidió al Consell la protección del edificio de Peones Camineros,en el distrito de Corea.

A esta respuesta de la Generalitat, Arc de Mig Punt añade que los catálogos del PGOU y del Plan Especial de Revitalización y Mejora del Medio Urbano (Perimmu) tienen casi 30 años «y no sólo están anticuados legalmente, sino que no resultan eficientes para las necesidades de la Gandia actual».

Una muestra de ello, señala la asociación, es que en estos catálogos (listados sin grandes pretensiones) «un tercio del centenar de edificios que se recogen ya no existe, porque han sido derribados o se han unido para hacer bloques de edificios más grandes». La mayoría estaban en las calles Major, Ausiàs March, Carmelites y Alexandre VI, en el centro histórico.

Según el PGOU los únicos edificios singulares que gozan de una protección integral son la Seu, el Palau Ducal, y la Escola Pia con su iglesia, dedicada a Sant Sebastià. Por ello, Arc de Mig Punt pide al ayuntamiento, ahora con el respaldo de la Conselleria, que revise este catálogo.

Un ejemplo de estos edificios pendientes de mayor protección es la nave de los Peones Camineros. Se trata de una antigua cochera del Ministerio de Obras Públicas que funcionaba como centro de coordinación de diferentes trabajos relacionados con el mantenimiento y expansión de la red de carreteras comarcales. El edificio, según un informe elaborado por la asociación, «tiene un gran valor por ser una de las escasas muestras de nuestro patrimonio industrial, cuya mayor parte ha desaparecido». En Requena se conserva un edificio similar, que sí tiene protección en el catálogo municipal. La Conselleria reconoce que el de Gandia también debería catalogarse.