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El incendio del martes en la Muntanyeta y dos conatos sofocados a tiempo en una gran pinada en el valle de la Murta, justo a los pies de la urbanización Sant Bernat, han encendido las alarmas. La Policía Local de Alzira ha reforzado la vigilancia tanto en el entorno de la ermita del Lluch como en el resto del área rural con masa forestal ante la firme sospecha de que se trata en todos los casos de incendios provocados.

El último se produjo en la medianoche del miércoles, cuando una patrulla que se encontraba en el valle de la Murta detectó y pudo sofocar con gran rapidez un incendio declarado en una zona forestal que linda con la carretera que sube hacia el Racó les Vinyes, cerca del enclave conocido como Pi de Malaya. El percance cobra especial gravedad si se tiene en cuenta que esta misma pinada ya había sufrido otro pequeño incendio en la madrugada del lunes. El fuego se inició junto a la puerta de acceso a la parcela, que se encuentra vallada, y avanzó hacia el interior aunque los servicios de emergencia pudieron sofocarlo antes de que se prendiera la frondosa masa forestal. Se da la circunstancia de que esta pinada linda por el otro extremo con la urbanización Sant Bernat, una zona residencial repleta de chalés. El estado de limpieza de la parcela evitó que el fuego avanzara con más rapidez. Todo apunta que tanto el incendio que el martes por la noche quemó 3.000 metros cuadrados en la Muntanyeta -presentaba tres focos diferentes- como los dos conatos en esta pinada del valle de la Murta han sido provocados, aunque algunos expertos señalaron que, aunque sea poco probable, no se puede descartar por completo que el percance del miércoles sea una reproducción del incendio del lunes anterior.