La unión de empresas que gestiona el hospital de Alzira y el departamento de salud de la Ribera, y de la que es socio mayoritario la aseguradora Adeslas seguido de la firma Ribera Salud, logró unos beneficios antes de impuestos durante el ejercicio 2011 de 1,6 millones de euros. Se trata de las ganancias más moderadas de los últimos años, especialmente desde que estalló la crisis financiera ya que los beneficios han caído a menos de la mitad en cuatro años al pasar de los 3,9 millones de euros logrados en 2008 a 1,6 del año 2011.

Sin embargo, el beneficio del último ejercicio evidencia también que en época de crisis la gestión privada de la sanidad aún es rentable en una coyuntura realmente dramática para la mayoría de sectores, pese a los problemas de otras concesiones sanitarias como Dénia o Manises.

Los datos económicos del hospital que dio nombre al modelo Alzira, que este diario ha extraído de la memoria de 2011, se conocieron justo ayer, el día en que el conseller de Sanidad, Luis Rosado, anunció que el Consell tiene intención de aplicar un criterio empresarial a la sanidad pública valenciana, como ocurre en la Ribera desde el 1 de enero de 1999. Según Rosado, la reforma afectará a los servicios no sanitarios, con incentivos para los médicos que colaboren en el ahorro. Además, en los últimos cuatro años, los grupos accionariales con intereses en la Ribera se han repartido unos beneficios de 10,3 millones de euros, aunque los resultados han caído año tras año desde los 3,9 millones de 2008.

En conjunto, el departamento de salud de la Ribera gestionó unos 200 millones de euros el pasado ejercicio.