Ikea pagará 23 millones por ir a Alfafar

Marga Vázquez

Todo está estudiado al detalle en Alfafar Parc, la zona en la que Ikea planea instalarse en breve y para la que ya tiene incluso preferencia de compra. Todo, hasta el punto de valorar la parcela destinada a la multinacional en la misma cantidad de dinero (22.750.000 euros) que los propietarios calculan que costará urbanizar el sector y realizar los nuevos accesos que exige el Ministerio de Fomento, según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV.

Ellos ni ganan ni pierden con la operación de compraventa, pero consiguen ejecutar por fin un plan parcial condenado a desarrollarse (está inmerso en el macrocentro comercial que se extiende de Sedaví a Massanassa) y que durante los últimos ocho años sólo ha dormido el sueño de los justos. Si encima logran atraer a un motor económico con el calado de Ikea, mejor que mejor, porque su negocio está en explotar la galería comercial y de servicios que envolverá la nueva tienda del gigante sueco.

Las construcciones previstas, siete bloques de utilización comercial para medianas superficies, cuatro de uso terciario (con varias alturas) y dos de hostelero, se entregarán a empresas interesadas en situarse en torno a la multinacional para beneficiarse de su tirón y, casi con toda probabilidad, a cambio de un alquiler que servirá a los dueños del terreno para recuperar su inversión en suelo.

En el centro del plan parcial, frente a la nueva tienda de Ikea —un establecimiento que por cierto será de los más grandes de España, acorde al nuevo modelo que quiere implantar la firma escandinava—, se han previsto dos grandes zonas de aparcamiento a cota cero con capacidad para cientos de vehículos. A esas plazas se sumarán los estacionamientos del área perimetral de Alfafar Parc y los propios de Ikea, que dedicará a ese menester dos plantas: la ubicada al nivel del suelo y otra subterránea.

Cómo será la operación

Durante la negociación entre los propietarios del terreno y la firma escandinava se barajó la posibilidad de entregar gratis el suelo a Ikea a cambio de que ésta se encargase de urbanizar y ejecutar los accesos. Sin embargo, esta opción se desechó y finalmente se ha apostado por otro sistema para el desarrollo del plan parcial que, sin ser excesivamente complicado, tiene su intríngulis.

En la actualidad, la Agrupación de Interés Urbanístico (AIU) Alfafar Parc es la dueña de los terrenos y, como tal, debe satisfacer la cuota de urbanización correspondiente por la ejecución del plan parcial. En lugar de pagarla en efectivo, los propietarios de las parcelas han acordado abonarla en especie y aportar parte del suelo de cada uno (el 10 %) al agente urbanizador, integrado por ellos mismos pero bajo una figura jurídica diferente.

Al tratarse de otra sociedad, la ley permite que esas cesiones de terreno se sumen unas a otras hasta conformar una bolsa de suelo independiente. A esta pastilla se le añade además el aprovechamiento urbanístico que le corresponde al Ayuntamiento de Alfafar (lo entrega gratis para favorecer la llegada de un motor económico de enorme trascendencia), lo que acaba de redondear la superficie que le interesaba a Ikea: 45.000 m2.

La parcela, con diferencia la mayor del sector, está valorada en 22,75 millones de euros y en breve pasará a ser propiedad del agente urbanizador. Éste, integrado por las mismas personas que pertenecen a la AIU Alfafar Parc, podrá entonces venderla y preferentemente lo hará a la multinacional sueca, que ya ha atado la operación al acordar su preferencia de compra sobre cualquier otro postor, tal como hace unos días publicó este diario.

Una vez adquirido y abonado ese gran pedazo de suelo, el agente urbanizador podrá acometer la edificación del sector y la ejecución de los nuevos accesos. La primera actuación se ha cifrado en 11,5 millones de euros, mientras que la segunda se estima que supondrá un desembolso de 11,25 millones. En total: los 22,75 millones que se recogerán por la parcela de Ikea.

Los pasos que quedan

Aunque aún es pronto para que esta operación se lleve a la práctica (falta aprobar la reparcelación e inscribirla en el Registro de la Propiedad), los plazos legales que se manejan apuntan a finales de diciembre como fecha probable para que todo esté preparado y se pueda cerrar la compraventa.

Una vez realizada podría empezar la urbanización del sector y los nuevos accesos, que se harían de manera simultánea para no acumular retrasos y que no tendrían por qué demorarse más de 18 meses. Así las cosas, Ikea podría abrir por fin su primera tienda en Valencia a mediados de 2014.

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