El joven de Llíria Ulises Arranz se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital La Fe en estado reservado tras sufrir una grave cogida durante los festejos de la Semana Taurina celebrados el sábado por la noche.

El aficionado, de 21 años, se encontraba en mitad de la plaza Mayor, recinto que albergaba los bous al carrer, y según testigos presenciales no calculó bien la distancia a la que se encontraba el toro, el segundo de la noche, con tan mala fortuna que no pudo esquivar la cornada del morlaco. El joven fue empitonado solo una vez y levantado por el animal, pero tuvo la desgracia de impactar la cabeza con el suelo y ya quedó inconsciente. Una ambulancia lo trasladó rápidamente al hospital, donde fue operado durante cinco horas del grave traumatismo que sufrió en la cabeza y permanece en coma.

El alcalde de Llíria, Manuel Izquierdo, señaló ayer que el joven aficionado "se encuentra muy grave e incluso se teme por su vida".

El primer edil también informó que "el otro de los heridos en la fiesta que tuvo que ingresar en un centro hospitalario, evoluciona favorablemente y próximamente recibirá el alta". Esta persona, también vecina de Llíria, sufrió la cornada de una vaca en una pierna en los actos celebrados el pasado 9 de octubre.