De todos los municipios de la Safor, Villalonga ha sido el que se ha llevado la peor parte en la relación de los daños causados por las intensas precipitaciones que, en distintos episodios, han caído en esta comarca desde el domingo pasado. En esta localidad se han acumulado alrededor de 550 litros por metro cuadrado, pero lo peor de todo es que gran parte de esa cantidad, equivalente a la mitad de la media anual de precipitación, cayó en forma torrencial, llegando a descargar trombas que alcanzaron los 60 litros en una hora.
Anteayer, cuando el tiempo lo permitió, se empezaron a observar las consecuencias de estas lluvias, que se traducen en daños tanto a bienes públicos como a bienes privados.Pero los daños más cuantiosos son en infraestructuras agrarias. Hay decenas de caminos que han quedado cortados o donde la circulación se hace imposible debido al hundimiento del firme, al arrastre del hormigón o el asfalto, a la acumulación de piedras y a la tierra que ha sido arrastrada de los campos o de zonas forestales.
El alcalde de la localidad Enric Llorca, anunció que en breve solicitará reuniones con responsables de la Diputación de Valencia, del Consell de la Generalitat y de la Delegación del Gobierno para que, de forma excepcional, adopten líneas de financiación urgentes que permitan hacer frente a los destrozos.