Canals y l'Alcúdia ponen fin a las disputas por el límite de sus términos

Las dos localidades vecinas sellan el amojonamiento de sus lindes en un acuerdo calificado de histórico

sergio gómez canals

Durante años, José Albelda y sus padres convivieron como forasteros en su propio hogar. Cuando éste dormía en su habitación, lo hacía en término de Canals. Pero en cuanto se levantaba a desayunar y se metía en la cocina, pasaba a estar en l'Alcúdia de Crespins. La línea divisoria entre ambos municipios ha sido históricamente tan difusa y cambiante que, con el crecimiento urbanístico, algunas viviendas llegaron a rozarse y a pertenecer a la vez a un término y a otro. Hasta los ayuntamientos se disputaban ferozmente los impuestos de sus residentes.

En un acuerdo que los cronistas de uno y otro lado no han dudado de calificar como "histórico", los gobiernos de l'Alcúdia y Canals sellaron ayer el amojonamiento que pone fin a la confusión. Durante más de cinco años, técnicos y políticos de las dos administraciones han trabajado codo con codo para encontrar una solución negociada. Unas placas harán de mojones y, colocadas en distintos puntos de la vía pública, señalizarán el límite. De esta forma, los vecinos sabrán con precisión qué propiedades privadas pertenecen a cada pueblo. El acuerdo se formalizó en el Ayuntamiento de Canals, con la presencia de una comitiva de representantes municipales y mandos policiales en la que también participaron con su firma los diferentes propietarios y vecinos. No es casual que los alcaldes de ambas localidades coincidieran en destacar el "buen entedimiento" y la coordinación entre administraciones. La plasmación en realidad de este perseguido escenario viene precedida de desencuentros, conflictos y polémicas entre dos municipios tradicionalmente enfrentados. El evento de ayer escenifica la armonía que hoy reina entre ambas poblaciones.

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