El nuevo gobierno de Benidoleig, formado por tres concejales expulsados del PSPV y otros dos apartados del PP, lo tiene crudo. Fuera del pueblo nadie entiende el pacto contra natura. Además, la Abogacía del Estado o los tribunales pueden echar abajo en cualquier momento la moción de censura que desbancó a José Vicente Pons, de Bloc-Compromís, e hizo alcaldesa a la exsocialista María Dolores Ern. Pero casi lo peor es la rebelión a bordo. La agrupación de Protección Civil dejó claro ayer que no da validez al nuevo gobierno y que no va a acatar ninguna orden de la alcaldesa ni de sus concejales.

El jefe de la agrupación, Juan Carlos Rubio Blanco, presentó en el ayuntamiento un escrito dirigido a la alcaldesa en el que asevera que Protección Civil "ignorará cualquier orden de Dña. María Dolores Ern, así como de sus concejales". Rubio argumenta que los voluntarios "debemos ser neutrales", pero afirma que el artículo 197 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General no deja margen a interpretación. "Esta jefatura de Protección Civil considera injusta e ilegal la moción de censura". Y, dado que la agrupación da por hecho que el cambio de gobierno es contrario a derecho, "también considera ilegal cualquier orden que pueda recibir" de la edil exsocialista y de su equipo de gobierno.

Así, los concejales expulsados que ahora dirigen el ayuntamiento, además de defenestrados por sus partidos de origen, el PSPV y el PP, han encontrado una fuerte contestación en el pueblo.

El hasta hace unos días portavoz del PP, Miles Turner, quien de alguna forma se ha erigido en portavoz del nuevo gobierno, quiso quitar ayer hierro a la reacción del jefe de Protección Civil. Dijo que ese rechazo a cumplir las órdenes de la alcaldesa es "extraño, pero no pasa de la anécdota". Turner recalcó que esta agrupación no trabaja para el gobierno local, sino "para el pueblo". "Por eso no entiendo el escrito", indicó.

Este concejal aseguró que el pacto está trabajando con "normalidad y seriedad" sin prestar atención a la posibilidad de que la moción de censura puede declararse ilegal. Mientras, ni siquiera en el pueblo parece que auguran mucha vida al nuevo gobierno.