El consistorio de Guadassuar, gobernado por el PP, destinó tiempo atrás los fondos que le correspondían del Plan Confianza a construir un garaje público sobre el patio del antiguo colegio Balmes, que costó 1,3 millones de euros. Ese dinero tenía que abonarlo la Generalitat, sin embargo, pasado el tiempo el Consell entró en quiebra y el ayuntamiento ha tenido que hacer frente a los pagos que reclamaba la empresa Bertolín. Y como tampoco tiene liquidez, el Ayuntamiento de Guadassuar tuvo que hacer frente a las facturas con el crédito a diez años del plan de pago a proveedores del Gobierno de Rajoy a mediados del año pasado. El resultado es que el consistorio se ha tenido que endeudar por una obra que nadie utiliza y que quien tenía que pagar, la Generalitat, carece de dinero para hacerlo.