El equipo de gobierno de Buñol ha decidido cobrar 10 euros a los participantes de la próxima edición de la Tomatina y limitar el aforo a 22.000 personas.

El alcalde de Buñol, Joaquín Masmano, reconoció ayer a Levante-EMV que la decisión ya es firme y se aplicará en la próxima edición de la popular fiesta que se celebrará en agosto.

Para lograr que los participantes puedan disfrutar de la Tomatina en mejores condiciones que en anteriores ediciones se ha previsto la ampliación de la zona donde transcurre la fiesta, ya que se ganarán 300 metros entre la plaza de la Diputación y la calle San Luis. Este aumento del espacio hará que puedan ubicarse entre 4 y 5 personas por metro cuadrado cuando la densidad del año pasado fue de unos 10 participantes por metro cuadrado.

Joaquín Masmano considera que era necesario reordenar la Tomatina porque se corría el peligro «de que se nos fuera de las manos. La fama de la fiesta ha llegado hasta tal punto de que tanta gente podía constituir un problema de seguridad. Había un evidente peligro de avalancha, la gente tirando hacia delante y hacia atrás. Ahora sabemos que entrarán 22.000 personas y se podrá controlar la situación, y sobre todo los participantes podrán saborear la Tomatina sin el agobio de las otras ediciones». En la edición de 2012 se registró una participación de casi 50.000 personas.

El alcalde de Buñol está convencido de que la decisión de cobrar una entrada para participar en la Tomatina «no molestará a los vecinos. Desde que salió la noticia de la pretensión de cobrar la gente no ha protestado. La fiesta cuesta 100.000 euros al ayuntamiento y de esta manera la ciudad seguirá promocionándose a nivel mundial a coste cero. No pretendemos ganar dinero, sólo que nos cueste dinero».

Venta de entradas ordenada

Las entradas todavía no están a la venta, pero ya se sabe que 15.000 tickets se podrán adquirir en internet y 5.000 en diferentes puntos de la comarca, mientras que alrededor de 2.000 serán grati para los vecinos de Buñol.

Masmano asevera que la decisión de cobrar una entrada «será beneficiosa para la Tomatina. No es un precio alto porque 10 euros te los gastas hoy en día con dos cervezas, pero si que es disuasorio para el que no es un gran apasionado de esta fiesta. Creo que ahora irán aquellos que disfrutan con la Tomatina. Y los que se queden fuera porque no quieren pagar podrán comprobar qué tipo de espectáculo es y, a lo mejor, al año siguiente deciden pagar», afirmó el primer edil de Buñol.

Desde el final del pasado verano se ha estado especulando con la posibilidad de cobrar a los participantes y limitar el aforo. En un principio se barajó la posibilidad de que la entrada costara 5 euros y acotar un recinto para 30.000 personas.