La macroplanta de tratamiento de residuos urbanos y vertedero de basuras que se ha previsto construir en Llanera de Ranes (la Costera) está más muerta que viva. Ese proyecto, valorado en alrededor de cien millones de euros, se concibió allá por el año 2005, cuando se creó el Consorcio de Residuos que trata las basuras de la Safor, la Vall d'Albaida, la Costera, la Canal de Navarrés y el Valle de Ayora.

Pero aquellos eran otros tiempos y hoy ya se admite que esa instalación no va a ejecutarse. En primer lugar se han planteado muchas dudas sobre su financiación y, especialmente, sobre la posterior amortización del dinero necesario, que se había previsto para un periodo de veinte años. En segundo lugar, la planta de Llanera de Ranes se diseñó para un volumen anual de basura (alrededor de 300.000 toneladas) que ya ha quedado desfasado porque la crisis ha reducido la generación de residuos. Y, además, el Consorcio de Residuos de las cinco comarcas antes citadas ha comprobado que existen otros lugares donde se podrían enviar las basuras durante al menos varios años, de manera que tiempo habrá, dependiendo de cómo evolucione la crisis, para buscar instalaciones.

En la actualidad los residuos se llevan a la planta de tratamiento de Fontcalent, en Alicante, pero también están disponibles instalaciones como la de Guadassuar, Llíria o Quart de Poblet. Por si todo eso fuera poco, la Confederación Hidrográfica del Júcar ha informado negativamente sobre la posibilidad de construir la planta de Llanera en una parte de los terrenos adquiridos.

Si, como se apunta, finalmente la planta de Llanera no se construye, la primera consecuencia sería la eliminación de la partida presupuestaria destinada a amortizar su construcción y puesta en funcionamiento, un dinero que, como el resto del presupuesto del Consorcio, sale del recibo que pagan todos los ciudadanos. Los cálculos apuntan que seguir llevando la basura a vertederos ya construidos podría suponer una reducción de entre el 20 y el 30 por ciento en el recibo que el Consorcio cobra por el tratamiento de la basura, que en la mayoría de los municipios se sitúa entre los 60 y los 80 euros por vivienda.

Ante esta nueva situación, algunos partidos ya han empezado a tomar posiciones. La semana pasada dirigentes del PSPV-PSOE de la Safor, la Vall d'Albaida, la Costera y la Canal de Navarrés se reunieron en Ontinyent para solicitar al Consell de la Generalitat que mueva ficha y articule el procedimiento legal que permita refundar el Consorcio de Residuos, de manera que se puedan establecer planes zonales de un ámbito más reducido. Así, aprovechando las infraestructuras ya construidas, como la planta de transferencia de Ròtova, los municipios o las comarcas podrían gestionar directamente sus residuos.

También desde que el PP llegó a la alcaldía de Gandia se ha venido criticando la gestión del Consorcio. El alcalde Arturo Torró ha solicitado en varias ocasiones llevar la basura a otras plantas y no construir la de Llanera de Ranes por considerar que esa inversión es desorbitada y no acorde con la actual coyuntura económica.