Incurrir en dejación de funciones como concejales del Ayuntamiento de Benetússer. Ese ha sido el motivo que ha llevado a la alcaldesa, la popular Laura Chulià, a apartar del gobierno municipal a tres de sus regidores, entre ellos el primer teniente de alcalde y hasta ahora número dos del ayuntamiento, Luis Adell. "Me enviaban a muchos vecinos, sobre todo Luis, sin ni siquiera avisarme y diciéndoles que no se preocupasen, que yo les iba a solucionar su problema, aunque se tratase de algo relativo a las áreas que ellos gestionaban", detalló.

Esa situación se prolongó durante varios meses. La alcaldesa la toleró mal que bien y comenzó a reclamar más información de cada uno de los departamentos municipales. "Soy la cabeza visible del ayuntamiento y del equipo de gobierno -contó ayer-, pero por encima de mí tengo casi 15.000 jefes (los vecinos) que cuando salgo a la calle me preguntan y me piden solución a sus problemas". Por eso, pidió "saber más de todas y cada una de las áreas municipales".

Cuando Laura Chulià anunció su intención de presentarse a la presidencia del PP local -entonces ocupada por Adell- el conflicto acabó de explotar.