Una actividad fisiológica tan aleatoria como el lugar escogido por un burro para hacer sus deposiciones puede llegar a tener premio. Así ocurrió el pasado domingoen Llocnou d'En Fenollet, en la Costera. La llamada cagà de la burra consiste en alimentar a un animal y, posteriormente, asignarlo a un espacio cerrado (una calle cortada con vallas puede valer) con el suelo pintado con una cuadrícula de líneas blancas. Cada uno de los cuadros que componen dicha cuadrícula está numerado y el público que asiste al espectáculo -y que ha de estar dispuesto a esperar bastante si se da el caso de que el burro no tiene ganas de ir al baño- apuesta por alguno de esos cuadros. Cuando el animal hace sus necesidades se premia al poseedor del boleto en cuyo cuadro coincidan los excrementos.

El domingo pasado tuvo lugar en Llocnou la I Fira Solidària de la localidad, una actividad consistente en la instalación de paradetes en las que poder comprar artículos de segunda mano y productos artesanales. Sin embargo, una atracción llamó especialmente la atención de quienes acudieron a Llocnou: la llamada Cagà de la burra. "Tuvo mucho éxito, y además de la gente del pueblo vino mucha gente de pueblos de alrededor", explicaron ayer los organizadores. El precio de la papeleta por cada recuadro numerado era de dos euros.

Una mujer fue la acertante y se llevó un premio de 120 euros.