El Ayuntamiento de Alzira decretó el pasado 20 de febrero la prohibición de consumir agua de la red general tras detectar la presencia de restos de un herbicida por encima de los niveles permitidos por la normativa vigente, aunque no es eso lo que indica el Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (SINAC), un portal del Ministerio de Sanidad que recoge información sobre los abastecimientos y calidad del agua de consumo humano, que detalla como resultado de los últimos cuatro análisis realizados entre febrero y mayo que el agua de Alzira es "Apta para el consumo". Curiosamente, sólo un análisis fechado catorce días antes de que el ayuntamiento prohibiera a la población a través de un bando el consumo determina que el agua no es apta para el consumo debido a la presencia de terbumetona. El análisis siguiente fechado apenas seis días después, antes incluso por tanto de que se diera la voz de alarma en Alzira, ya no ofrece ninguna objeción al consumo del agua de la red de Alzira.

Se da la circunstancia de que los últimos análisis presentados por la empresa que gestiona el servicio en Alzira concluyen que el nivel del terbumeton-desetil, un producto derivado de la degradación del terbumetón, continúa por encima de los niveles máximos permitidos. En concreto, la muestra tomada ya en mayo en el pozo número 2 ofrece un resultado de 0,24 cuando el valor máximo autorizado es de 0,10, mientras que la muestra tomada ya en el casco urbano arroja una concentración de 0,21 µg/litro. Por otra parte, el parámetro que establece el total de plaguicidas también supera los valores permitidos en la muestra tomada en el pozo (0,58 cuando el límite está establecido en 0,50) mientras que se reduce por debajo de esta cantidad en la red.

Según la carta de presentación del SINAC, se trata de un servicio que tiene entre sus objetivos detectar y prevenir riesgos para la población derivados de la ingesta de agua contaminada y facilitar la coordinación de los programas de vigilancia sanitaria que se realicen con este fin. Se da la circunstancia de que el gobierno municipal se escudaba en estos informes del SINAC para rebatir las acusaciones del grupo socialista que, antes del episodio de contaminación por herbicidas, ya denunciaba que el agua de la red general no era apta para el consumo humano ya que habitualmente presentaba una concentración de nitratos superior a los 50 mg/l. Desde el equipo de gobierno defendían que todos los informes del ministerio sobre la calidad del agua la declaraban apta para el consumo.