El recorte de un 10% en la subvención de la Conselleria de Bienestar Social para el mantenimiento del Centro de Atención Temprana de Alzira, uno de los principales servicios que ofrece la asociación comarcal prodiscapacitados Pro-Sub, ha obligado a subir las cuotas que pagan los usuarios de 16 a 50 euros mensuales, un precio que en la actual coyuntura supone todo un obstáculo para algunas familias. El temor a que la falta de recursos económicos que algunas de ellas dejen de llevar a los niños a recibir el tratamiento ha impulsado a Pro-Sub a idear las Becas Sentir, una iniciativa dirigida a empresas y profesionales que puedan contribuir con una aportación a evitar que ninguno de los 70 niños que actualmente acuden al centro de estimulación temprana dejen de recibir esta atención. Dos conocidas empresas de Alzira ya han decidido conceder una de estas becas y apadrinar de algún modo a sendos usuarios del Centro de Atención Temprana Luis Suñer Sanchis, dirigido a niños de hasta tres años que presentan alguna discapacidad o riesgo de padecerla. Se trata de una aportación de 600 euros que cubre el tratamiento de un año.

La iniciativa se lanzó la pasada semana ya que ha sido en mayo cuando se ha tenido que aplicar la nueva tarifa y se ha detectado que puede ser inalcanzable para algunas familias. La campaña se ha iniciado pensando en un máximo de 20 becas. El recorte que la conselleria ha aplicado a la subvención al centro se traduce en 33.000 euros. La necesidad de cubrir gastos ha obligado a repercutir esta merma en los usuarios que pagaban un 5% del coste y ahora tienen que abonar el 15%, según la directora, Marisa Piera. Si bien se derivan algunos casos a Servicios Sociales, hay familias que ya reciben ayudas y no pueden obtener también el dinero que precisa para este tratamiento. Los profesionales advierten de que dejar de recibir el tratamiento puede tener consecuencias irreversibles para los niños.

En busca de benefactores

La campaña de las Becas Sentir se ha presentado a dirigentes de la Asociación Empresarial de Alzira para que la divulguen entre los asociados con la intención de captar benefactores dispuestos a financiar una de estas becas que representa un coste mensual de 50 euros. La asociación tiene previstos diferentes actos benéficos para cubrir los primeros meses del año en que las familias han pagado los 16 euros mensuales, explicó Piera.

El retraso en abonar la segunda parte de la subvención de 2012 por parte de la conselleria situó a Pro-Sub al borde del cierre. Padres, monitores y usuarios protagonizaron protestas para reclamar el pago y evitar el fin de esta entidad que trabaja desde 1970 por la integración de las personas con discapacidad. Tiene unos 200 usuarios.