Un modelo económico más humano, donde la rentabilidad no esté ligada al dinero por el dinero y del que también se beneficie el territorio gracias a la cooperación de las empresas con su entorno. Estos son los principales postulados de la "Economía del Bien Común", un ideario que ciertos economistas críticos con la deriva del sistema capitalista propugnan como alternativa para salir de la crisis y cambiar la realidad cotidiana de miles de personas. En definitiva, reemplazar el lucro por los valores, y la competitividad por la cooperación.

Las principales tesis de este incipiente modelo, que pretende ser revolucionario sin hacer ninguna revolución, fueron expuestas esta semana en Gandia, en Fomento de AIC, dentro del ciclo de conferencias organizado por el Espai d'Economia, por uno de sus principales "gurús" en España, el economista Paco Álvarez, presidente del instituto Etica Family Office y consejero director general de la Bolsa de Valencia.

La teoría de Álvarez se completó con un caso práctico, el que explicó Joan Cascant, socio del Celler de la Muntanya e impulsor del proyecto Microviña, que creó en Muro d'Alcoi y que se ha extendido por la comarca del Comtat.

Son varias las empresas que ya han adoptado las directrices del Bien Común, incluso algunos ayuntamientos, como el de Muro d'Alcoi.

Cascant explicó que el paraguas de Microviña es "un sello que no es una denominación de origen al uso, sino todo un compromiso ético". La marca la conforman una treintena de familias, nietos o hijos de agricultores que tuvieron que abandonar al actividad en el campo y que ahora vuelven para hacer un vino de calidad y ecológico, si bien para la mayoría, que son arquitectos, ingenieros o carniceros, esta es su segunda ocupación. El éxito ha sido tal que ya cultivan seis variedades de vino procedentes de los minifundios, tierras que han vuelto a cultivar recuperando así viñas centenarias que estaban abandonadas.

La Unión Europea se ha interesado por Microviña y ha concedido una ayuda para que durante dos años y medio los agentes implicados estudien si realmente una empresa puede aportar beneficios a su entorno. El informe se redactará bajo la denominación de "proyecto quomMon".

Venta de naranjas por internet

Pero lo que hace Microviña con el vino también se puede aplicar a las naranjas de la Safor, señaló Cascant en su conferencia, quien lamentó que "las reglas de un modelo económico injusto hacen que sea más caro recolectar las naranjas que venderlas", por lo que animó a los agricultores de la Safor a emprender iniciativas que pongan en valor al productor y al paisaje. En este sentido, aplaudió iniciativas como la venta de naranjas por Iternet, los bancos de tierras y otras.