Dos años y un mes ha durado el pacto de gobierno que PSPV-PSOE y Bloc-Compromís de Villalonga firmaron tras las últimas elecciones municipales. Ayer el acalde de la localidad, el socialista Enric Llorca, destituyó de sus cargos de responsabilidad a los dos concejales nacionalistas. Alfred Giner llevaba Urbanismo, Hacienda y Medio Ambiente, mientras que Santi Alberca dirigía Cultura y Fiestas.
En declaraciones realizadas ayer a este periódico tanto Llorca como Giner señalaron que las discrepancias entre los dos grupos se vienen arrastrando desde hace mucho tiempo, pero el detonante que ha acabado con el pacto de gobierno fue el voto en contra que los dos concejales del Bloc emitieron en el pleno del martes pasado a los presupuestos que había presentado el alcalde y los concejales del PSPV. Al votar el PP junto al Bloc, el presupuesto no ha podido ser aprobado. Enric Llorca y Alfred Giner se reprochan mútuamente haber contratado a personas afines ideológicamente, así como una profunda deslealtad a la hora de gobernar, como no consultar inversiones o llevar a cabo proyectos con dinero público sin que lo sepa el otro grupo del gobierno. Buena parte de esas situaciones se han escenificado en los últimos plenos, de ahí que para muchas personas la ruptura entre PSPV y Bloc no haya sido más que el final de un camino que se veía venir.
Un gobierno en minoría
El nacionalista Alfred Giner señaló ayer que no se vislumbra una moción de censura con el PP, partido político con el que mantuvo un duro enfrentamiento durante el pasado mandato. El alcalde socialista, por su parte, reconoció que ahora se verá obligado a gobernar Villalonga solo con cuatro de los once concejales, pero quiso lanzar un mensaje contundente de que su grupo municipal "continuará saneando el ayuntamiento y poniéndolo al servicio de todos los vecinos".