Son muchos los niños que viven con pavor el momento de enfrentarse a las tablas de multiplicar. De hecho, hay quienes en meses no consiguen pasar de la del dos o la del tres. «Eso no significa que tengan problemas ni que no sean buenos en otras materias, sino que simplemente le tienen fobia a las tablas de multiplicar», asegura Juan Luis Márquez, un cirujano plástico de Gandia que ha inventado un novedoso método para aprender las tablas en solo unos días.

La principal virtud del «Quick Multiply», que es como ha llamado el método, es que el niño «pasa de tener que aprenderse 80 cifras con el método tradicional a quedarse en poco más de 20», asegura el creador. Esto se basa en algo tan sencillo como es la propiedad conmutativa o, lo que es lo mismo, que el orden de los factores no altera el producto y que da el mismo resultado un 3x2 que 2x3. Esta es una de las principales bases del sistema, pero hay otra. «Con este método, se parte, principalmente, de aquellos conocimientos que el niño ya ha adquirido en el colegio como es la suma de dos números iguales. De ese modo es como se aprende la tabla del 2, que ya queda fuera de la tableta principal». Eso significa que el niño que empieza el aprendizaje de las tablas de multiplicar no parte de cero sino que lo hace sabiendo que 2x5, por ejemplo, tiene el mismo resultado que sumar dos veces cinco.

Con este novedoso sistema, patentado por el doctor Márquez a nivel mundial, el pequeño ya no está obligado a aprenderse todas y cada una de las tablas de multiplicar, como se hace con el repetitivo método tradicional. Lo importante es que los menores comprendan desde el primer momento la propiedad conmutativa. «En la mayoría de los casos no es necesario ni que se les explique, pues son ellos mismos los que acaban entendiendo que un número multiplicado por otro, esté en uno u otro orden, da el mismo resultado porque ellos lo entienden perfectamente».

El objetivo final del «Quick Multiply» es no solo la comprensión de las tablas de multiplicar por parte del niño, sino también reducir el tiempo de aprendizaje. «Si habitualmente en un curso se puede tardar entre seis y nueve meses, con este sistema los niños pueden aprenderlas en apenas dos o tres semanas», y todo con una dedicación de unos 10 o 15 minutos al día, dice Márquez.

Además de aprovecharse de la comprensión de la propiedad conmutativa, el sistema de aprendizaje usa la memoria visual y, para ello, Márquez ha elaborado unas tabletas en las que, además de apreciarse claramente la reducción de números a aprender, cada una está identificada con colores, de manera que su detección y comprensión se hace más fácil. Esta idea surgió hace un par de años cuando el hijo de Márquez empezó a estudiar las tablas de multiplicar y le pidió ayuda. «Detecté que con los métodos tradicionales no se le da la suficiente importancia a la memoria visual, algo que para los médicos es muy importante», explicó.

Márquez experimentó el método con su hijo y probó su eficacia en una reunión familiar. «Empezamos el lunes y el sábado mi hijo ya se sabía las tablas», dijo. En aquella reunión familiar estaba presente un amigo que le pidió que aplicara el método con su hijo «y de unos a otros, vi que la cosa funcionaba» y fue cuando decidió proteger la propiedad intelectual y patentar los diseños a nivel mundial. Desde hace varios años «Quick Multiply» se aplica en varios colegios de la Safor y, según apunta, ya tienen pedidos para el próximo curso en centros de la Marina, Valencia o Alicante. «Tiene muy buena aceptación, tanto entre los niños como en los profesores y también en colegios de Educación Especial en los que no funcionaban los métodos tradicionales».