Contusión en la cabeza y el ojo derecho con gran hematoma y fractura parcial del tabique nasal. Éste es el resultado del informe médico emitido por el hospital la Fe de Valencia, tras las diversas pruebas que se le practicaron al empresario de Alaquàs Juan Carlos Poveda hace una semana, que había sido trasladado al centro custodiado por la Policía Nacional de Mislata, tras un largo periplo que comenzó horas antes en el retén de la Policía Local. El herido ha interpuesto una denuncia en el juzgado en la que acusa a los agentes municipales de darle una paliza, cuando acudió al retén a quejarse por una multa. También ha tramitado una denuncia en el consistorio en la que pide al gobierno local que investigue los hechos y depure responsabilidades.

El incidente se inició el pasado 16 de julio por la tarde, cuando el afectado estaba realizando un reparto con su furgoneta en la calle Padre Llensol de Mislata y, al dejar el vehículo en doble fila mientras sacaba el material, fue multado por la Policía Local con una sanción de 200 euros. Por ello, acudió al retén municipal a explicar que la causa del mal estacionamiento era la descarga. Según la denuncia que ha interpuesto en el juzgado de Mislata, los agentes del retén le indicaron que no tenía "nada que hacer" y que debía pagar. "A callar y a pagar", asegura el denunciante que le dijeron cuando ya se marchaba, lo que provocó que volviera a entrar para exigir "respeto". Siempre según su versión ante el juzgado, este hecho se repitió varias veces hasta que "se fue indignado y de la rabia dio un cabezazo contra un cristal de la puerta", de un pasillo del retén.

Los agentes salieron del cubículo donde están situados y le inmovilizaron en el suelo. Uno de ellos "le dio puñetazos en el ojo derecho y le decía que estaba loco", según la denuncia. El afectado asegura que le dieron todo tipo de golpes y puñetazos, a pesar de que advirtió que estaba en tratamiento psiquiátrico por depresión. En su declaración añade que, una vez esposado, llegó otro agente de la calle y le pegó con la porra en la pierna izquierda.

Tras este altercado, el afectado fue conducido en el coche patrulla al hospital militar para que le atendieran en urgencias de las heridas, donde le dieron un tranquilizante a petición suya, aunque los facultativos recomendaron el traslado a otro centro para hacerle radiografías. La siguiente parada fue en la Comisaría de Policia Nacional para trasladarle, de nuevo, al Hospital General, donde volvieron a atenderle y recomendaron que acudiera a la fe a que le viera un oftalmólogo el ojo. El afectado asegura que en todo el traslado recibió un "trato vejatorio" porque pedía que avisaran a su mujer.