Los festeros de Quartell reparten cubatas en unas cucañas etílicas

La alcaldesa de Turís prohíbe un concurso de beber cazalla y cerrará los bares si no acatan su orden

M.R./rubén sebastián alzira/quartell

Más de 200 vasos de alcohol, entre "chupitos y cubatas", se repartieron ayer en las "cucañas etílicas" de Quartell a cargo de los festeros de 2013. La jornada comenzaba a las 12 horas en el lugar que los festeros habilitaron en las inmediaciones del edificio municipal de la cámara agraria, hasta donde se desplazaron decenas de jóvenes para participar en este concurso en el que se premiaba el consumo de alcohol. "Se trata de ver quien bebe más y el premio es poder hacerlo totalmente gratis", comentaba uno de los festeros.

Las cucañas consistieron en "campeonatos de chupitos y de cubatas", sobre todo, que tuvieron mucha aceptación entre la gente más joven, "de hasta 25 años", según apuntaban los organizadores. El objetivo, además de pasarlo bien, "es la excusa para comenzar el día animado, ya que la jornada es muy dura de aguantar y el alcohol nos viene bien. Pero tengo que reconocer que es un acto para "beguts"", decía uno de los festeros. Aunque las cucañas estaban previstas en horario matutino, el consumo de alcohol se prolongó durante todo el día. "Primero empieza la gente del pueblo y luego, se va animando con los vecinos de otros municipios colindantes", decían. De hecho, dentro de la celebración del Día de los Quintos, a las cucañas etílicas se sumó el reparto de sangría que hacen estos a mediodía con charanga incluida por las calles del municipio. Aún con este consumo desmesurado de alcohol a modo de juego y competición, al menos a mitad tarde no se habían tenido que lamentar incidentes, según explicaron desde la organización y la propia concejal de Fiestas, Rosabel Gaspar. La edil ratificaba que "todo ha transcurrido con normalidad y no ha habido ningún problema", dijo.

Turís prohíbe otro acto similar

Por su parte, Pilar Lozano, alcaldesa de Turís, aseguró ayer a Levante-EMV que prohibirá el concurso de beber cazalla, convocado por dos restaurantes para las próximas fiestas, en virtud de la normativa vigente. La alcaldesa ha destacado que promover estos actos es "una falta de responsabilidad" por parte de los organizadores.

Por su parte, la policía local, en un informe realizado a instancias de la alcaldesa y al que ha tenido acceso este periódico, remite a la Ley 3/1997, de 16 de junio, de la Generalitat Valenciana, sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos, que pone en manos de las autoridades locales la responsabilidad derivada de todo lo concerniente a este tipo de asuntos.

Dicha normativa expone la prohibición expresa de cualquier acto que estimule la ingesta de alcohol y tenga como base la competitividad, ya sean concuros que reporten algún tipo de premio, clasificación o mención de honor, o incluso una simple reunión planificada con dichos fines.

La alcaldesa habla incluso de la posibilidad de cerrar ambos locales durante las fiestas si se niegan a acatar la prohibición. Las autoridades locales competentes actuarán de oficio tanto por vía administrativa como por vía penal.

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