Vecinos de Cullera se quejan del ruido y por el retraso de cierre de los pubs

Dos de los seis locales de un edificio cuyos vecinos protestan, son propiedad del concejal de ocio nocturno

PEPI BOHIGUEs CULLERA

En una ciudad turística como Cullera, conciliar el ocio nocturno con el derecho al descanso se está convirtiendo en un problema de primer orden. Si las quejas de los vecinos de la antigua zona de pubs conocida como calle Barcelona han acabado con la imputación del alcalde, Ernesto Sanjuán, por un presunto delito de prevaricación, ahora son los vecinos del edificio Torres de San Antonio, conocido como el Ferrobús, los que denuncian las molestias sonoras que originan los pubs situados en los bajos de la finca, en la calle Enrique Torres.

Pero los vecinos no se quejan sólo por el exceso de ruido. También aseguran que estos locales están incumpliendo el horario de cierre al estar abiertos hasta casi las 6 de la madrugada los fines de semana. Se da la circunstancia de que dos de los seis pubs que hay en la zona pertenecen al edil de Ocio Nocturno, Andreu Piqueras. Los vecinos ya han presentado sus quejas ante el Síndic de Greuges y, hace unas semanas, representantes de la comunidad de propietarios, del Ayuntamiento de Cullera y de la Policía Local se reunieron para llegar a un acuerdo y que se cumplieran los horarios de cierre y se retiraran las terrazas. Pasadas unas semanas, los vecinos aseguran que "se ha observado que la Policía Local de Cullera hace caso omiso a los horarios de cierre de locales y terrazas, así como al orden público, que ha llevado a situaciones de cierre próximas a las 6 de la mañana", según denuncian los afectados.

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