Las denuncias por exceso de ruido en distintas áreas urbanas de Gandia se han confirmado como uno de los principales problemas del actual gobierno local. En estos momentos existen distintos escenarios donde los residentes tienen colgadas pancartas de protesta exigiendo al ayuntamiento que tome medidas y en la playa una asociación de vecinos, atendiendo a la petición del alcalde, ha paralizado la colocación de carteles para no dañar la imagen turística en pleno verano.

En ese contexto, es significativo el paso que se acaba de dar en las zonas de la plaza del Prado y del Raval. Tras una reunión del alcalde con vecinos que denuncian exceso de ruido nocturno, casi siempre generado por locales de ocio o por sus clientes, se ha decidido crear una comisión con todos los implicados para tratar de buscar soluciones.

Según señaló ayer Pepa Estruch, presidenta de la Asociación de Vecinos del Raval, que incluye la plaza del Prado, esa comisión está compuesta por la concejala presidenta de la Junta de Distrito del Raval, Emi Climent, el concejal de Urbanismo, Toni Abad, el jefe de la Policía Local, Marc Cuesta, dos vecinos, dos representantes de los locales hosteleros y de ocio y técnicos municipales, que asesorarán sobre legalidad y condiciones.

El martes se celebra la primera reunión, y lo que el Ayuntamiento de Gandia pretende es se puedan encontrar soluciones consensuadas para que los locales puedan seguir ejerciendo sus negocios y los vecinos no tengan que sufrir las consecuencias.

En esta zona son varios los residentes que ya se han puesto en manos de abogados y han denunciado la opacidad municipal a la hora de facilitar informes que acreditaban el exceso de ruido.

Aunque hay quejas en varias calles, en ambos barrios existen dos "áreas calientes". Por una parte está la misma plaza, la calle Legionari Bernabeu y la de Vallier, con varios locales nocturnos. Por otra están las calles Oliva y Sant Enric, en la otra orilla del río Serpis, donde se denuncia el comportamiento incívico de clientes de locales de ocio.