La madre de Llíria seguirá encerrada en Conselleria hasta que la reciba Català

Se alimenta de agua y nueces y duerme en unas butacas para conseguir una entrevista con la consellera

a. hernández valencia

Carmen Calvo, la madre coraje de Llíria que se atrincheró el martes en la Conselleria de Educación, pasó la noche del martes al miércoles durmiendo en las butacas de un pasillo del interior del edificio como muestra de protesta, y planea quedarse en este lugar hasta que la consellera, María José Català, atienda sus peticiones. Su meta es que se garanticen a su hijo con Síndrome de Down las 20 horas semanales de atención domiciliaria hasta que termine el período de escolarización obligatorio del niño. Dos horas por la mañana y dos por la tarde, "como sucedía en el curso 2001-2002", es lo que reclama la madre de Richard Quesado, que presenta una discapacidad del 85% y se ve imposibilitado para trasladarse al centro escolar cada día. Por su parte, fuentes de la administración han informado a la mujer que la consellera "tiene la agenda completa" y no podrá atenderla en persona, al menos por el momento. Fuentes de la institución han explicado que a este alumno ya se le han asignado 15 horas de atención por un maestro especialista en pedagogía terapéutica, al tiempo que agregan que el aumento a 20 horas que reclama la progenitora "no es posible dentro del marco legal".

No obstante, ante "la disconformidad expresada desde el primer momento" por los padres, la consejelleria "atendió su petición y concedió atención domiciliaria de siete horas y media semanales a cargo de un especialista en Pedagogía Terapéutica". Al cierre de esta edición Carmen Calvo iba a dormir en unas butacas del pasillo. Llevaba más de 24 horas alimentándose de agua y nueces . El equipo de seguridad del edificio dio orden de que le suministren agua periódicamente para que no se deshidrate.

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