La vida de Enrique Bolinches y la de l´Albufera ahora son una. Este vecino del Perelló ha dedicado cinco años a reconstruir parte de la del lago valenciano a través de maquetas. En concreto, ha construido diez maquetas, una por cada barca que ha surcado las aguas de l´Albufera desde antes del año 1800.

La atracción por el modelismo le vino cuando era joven. Un amigo de su padre le inculcó esta afición, aunque antes de centrarse en el mundo náutico se dedicó al ferroviario.

Con los barcos, primero empezó comprando algunos, pero no terminaba de encontrarle el encanto, por lo que decidió pasarse a la creación propia. Y si uno es amante de las maquetas y un enamorado de l´Albufera, la ecuación sale sola.

En su travesía por el lago y los primeros barcos que surcaron sus aguas antes del año 1800, conoció modelos como los «barquets», el «barcot», el «barquetot» con pastera, el «marimacho» o el «ravatjol» con cabina. De entre todas las reproducciones, dos son sus predilectas: «Me siento muy satisfecho por la barca que se destinaba a la carga y al transporte del arroz porque tiene muchos detalles y es una réplica exacta. Y también por el ´ravatjol´, que actuaba para correo y el transporte de personas».

Lo más importante para Enrique a la hora de hacer este concienzudo trabajo es ser muy perfeccionista y detallista. Pese a que se trata de una afición de siempre, tras su jubilación pueda dedicarle más tiempo. «Lo importante es que cuando acabes el trabajo te quedes satisfecho», señala. Para ello, la premisa es sencilla: «Lo que no debe darte pereza es que si debes deshacer alguna maqueta y volver a empezar, pues se hace». «A fin de cuentas, mi objetivo es que la maqueta quede exacta, de forma milimétrica, hasta los detalles de dentro del barco que no se ven». En una labor como esta, son importantes una buena documentación y una caja de herramientas un tanto peculiar. Si el objetivo es hacer una réplica exacta, no está de más hablar con gente, buscar en bibliotecas o echarle un ojo a internet para lograr la exacta similitud, aunque ello conlleve rehacer la maqueta de nuevo para adaptarla con los pequeños detalles que aportaba la nueva información. Su caja de herramientas se compone de «un cúter, una pequeña sierra y unos gatos que he diseñado y fabricado yo mismo».

El aficionado prepara nuevos diseños

El trabajo de Enrique Bolinches con las barcas de l´Albufera tiene un valor histórico incalculable, por ello se realizaron un par de exposiciones, en Silla y en el Palmar, aunque, de momento, estas réplicas no volverán a ser expuestas. Enrique reconoce a Levante-EMV que la realización de maquetas es un entretenimiento y no busca ni venderlas ni realizar exposiciones. Es por eso que se dedicará a construir más diseños. Ahora mismo, prepara varias maquetas de barcos de el Cabañal, basándose en fotografías históricas o en pinturas de Joaquín Sorolla; por el momento ha finalizado una y dos están casi acabadas. r. s. alzira