"Con la iglesia hemos topado". Con estas palabras describían desde la Associació de Festes de la Puríssima de Ontinyent la decisión del Arzobispado de Valencia de anular la asamblea y las elecciones de la entidad celebradas en julio. Una anulación que deja sin efecto la elección democrática de José Campos como presidente y que ha desembocado en la designación de una comisión gestora que encabeza el sacerdote Jaime González, tras nombrarlo la archidiócesi.

Las elecciones para renovar la junta directiva de la Puríssima se celebraron el pasado 26 de julio, después de retrasarse más de un mes a causa de la modificación de los estatutos para permitir el voto por correo. Esa modificación y el voto por correo es lo que ha motivado ahora que el arzobispado anule la votación, al considerar, al parecer, que el voto por correo se permitió sin la autorización del organismo eclesiástico. Las elecciones estaban previstas para el 8 de junio. La comisión gestora solicitó al Arzobispado la modificación de los estatutos para permitir que los socios pudieran ejercer el voto por correo. Al parecer, la comisión recibió el permiso verbal para dar vía verde al voto por correo. Pero un mes después de las elecciones, en las que salió elegido José Campos, el Arzobispado anula las elecciones.